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Las Ideologías

Federico Sabalette
Federico Sabalette
5 Minutos de lectura

Por el Dr. Héctor Ulises Napolitano

 

Hablar de las ideologías por su diversidad respecto a materias y disciplinas llevaría un tratado de varios tomos, lo que excedería esta sencilla nota que procuro hacer, analizando la actitud que individualmente tenemos ante ellas, en especial en el ámbito de la política, que es donde más se nombran y se conocen.

La palabra ideología surge de la denominación de una doctrina filosófica que se ocupó de estudiar el origen y clasificación de las ideas. Precisamente dicha palabra etimológicamente relaciona las ideas(ideo) con estudio y conocimiento (logia).

Coincido con los pragmáticos de que solo existen ideas adquiridas, es decir aprendidas, y no innatas como algunos idealistas supieron sostener.

Además, si bien las ideologías son producto de la idealización, no siempre se adoptan por puro idealismo, sino más bien por algún interés político, económico y social.

Las ideologías son las consecuencias de la natural facultad que tiene el ser humano de poder interpretar y comprender la realidad.

En política todas las ideologías tienden a innovar y cambiar la realidad, a veces en beneficio e interés de unos y en desmedro de otros, que no se ven representados en ellas, de allí que casi siempre provoquen polémicas, críticas y enfrentamientos.

También, está demostrado históricamente que ninguna ideología ha perdurado en el tiempo de manera tal cual fue concebida originariamente, siendo objetos de cambios y hasta de tergiversaciones. En tal sentido, ocurrió con doctrinas como el liberalismo y el marxismo. Además de haber sido susceptibles de síntesis, como es el caso de la social democracia a través de la creación del Estado de bienestar dentro del capitalismo.

Tanto los sistemas políticos como económicos imperantes en el mundo han respondido a ideologías, la democracia al liberalismo político, las dictaduras o tiranías al despotismo, el capitalismo a la propiedad privada y el socialismo a la propiedad colectiva.

Cuando se habla de socialismo marxista, se lo suele denominar comunismo, lo que es inexacto, ya que Marx consideraba al comunismo como la etapa superadora del socialismo, donde dejaría de tener razón de ser la existencia del Estado, pues la sociedad a través de los individuos que la integran se autorregularía por sí sola, sin depender de un gobierno y de leyes. De allí que el comunismo no existe ni existirá, porque es una utopía. Cosa que muchos parecen no saberlo.

Es por ello muy importante analizar previamente las ideologías antes de adoptar alguna de ellas, y no hacer caso a ideólogos que en procura de reclutar adeptos las deforman, presentándolas como la panacea cuando en la práctica pueden conducir a la opresión o a la pérdida de elementales derechos.

Tanto vale el análisis que dejo expuesto para las de extrema derecha como para las de extrema izquierda, siendo cierta también la frase que afirma que los extremos en materia ideológica suelen tocarse.

Juegan a veces como causas que llevan a adoptar una ideología o creencia la tradición y las pasiones que se transmiten y se transfieren por generaciones. De allí que en varios casos se identifique a una familia por tener todos una misma ideología política o credo religioso.

También a la inversa, familias divididas y enfrentadas por ideologías diferentes o antagónicas. Ocurrió en Argentina entre conservadores y radicales, y luego entre peronistas y antiperonistas.

El status social puede tener que ver, pero no siempre, ya que hay izquierdistas o peronistas en las clases sociales altas, y conservadores y antiperonistas en las clases medias y bajas.

Por dar un ejemplo universal de izquierdista proveniente de la clase social alta, el Che Guevara, y de derecha de origen de clase obrera, Hitler.

La izquierda en este país califica a los de derecha de burgueses, en cambio los peronistas de liberales o neoliberales, cosa que habla más de su ideología política que de su condición social.

Las ideologías no son solo exclusivas de la política, sino que también están presentes en varios actos de nuestra vida, religiosos, defensa de derechos, del medio ambiente, etc.

La advertencia es que las nefastas y cruentas ideologías de otras épocas que parecían muertas, como el nazismo y el fascismo, están resurgiendo, lo que es un grave peligro por ser totalitarismos repudiablemente conocidos.

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