Estamos nuevamente ante un año electoral, consecuentemente la ciudad será testigo del despliegue publicitario de los distintos sectores políticos y candidatos a través de la cartelería que distribuyen y colocan en postes, paredes o cualquier lugar que permita adherirlos con vista al público.
Esto no ocurre solo con los partidos que intervienen en la elección local, sino que se puede apreciar como candidatos a otras instancias o representaciones también se promocionan en la vía pública a través de la colocación de carteles a través de alguna empresa contratada.
Lo que ocurre después de realizado el comicio con esa publicidad callejera es algo que pareciera no preocupar a los candidatos ni a la Municipalidad pese a que afecta la estética de la ciudad y se muestra como signo de dejades, ajeno ello a la realidad de los dolorenses.
A muchos de esos carteles pasado los años se los puede aún observar en el lugar donde fueron colocados, pareciera que a nadie le ha preocupado retirarlos, los hay de candidatos de una elección municipal (hay uno de 2011) que quedan como único recuerdo de una participación electoral -quizás hasta intrascendente-, afectando todos visualmente la imagen de ciudad que aspiramos todos mostrar.
En este año 2023 estamos frente a un nuevo proceso electoral, seguramente nueva cartelería se colocará por toda la ciudad, entendemos que la Municipalidad debería intimar pasada la elección a retirar ese tipo de publicidad, incluso quizás con un paso previo, promoviendo a través de una Ordenanza el marco legal que obligue a los sectores políticos o candidatos a hacerlo, imponiendo multas si correspondiera.
Cuando se habla de una ciudad limpia no se puede dejar de lado este aspecto visual, que seguramente no pasa inadvertido para los dolorenses ni para quienes nos visitan.