El Banco Central siguió perdiendo reservas y ya acumula la salida de unos US$ 2.500 millones en lo que va del año.
Las reservas netas rondarían los US$ 1.500 millones, no logrando la autoridad monetaria frenar el drenaje de sus reservas, que en la semana y con sólo cuatro días hábiles, el organismo vendió US$ 588 millones.
La sangría, que comenzó en la segunda quincena de enero, se agudizó en marzo, en un mes donde se sintió el impacto de la sequía en los ingresos del agro.
En lo que va del mes, el organismo ya vendió US$ 1.459 millones por la sumatoria de importaciones, demanda de energía y compras de provincias y empresas para hacer frente a compromisos financieros.
La fragilidad de la situación es elevada: en la consultora 1816 estimaron que en el Central las reservas netas no superarían los US$ 1.500 millones.
Ello sucede aun cuando esta semana el Gobierno salió con anuncios de desembolsos internacionales y postergó el pago al Fondo Monetario para la próxima semana,