** Declararon ayer 14 testigos ofrecidos por la Fiscalía, entre ellos efectivos policiales y peritos de Policía Científica, también una ex pareja de la acusada. Durante el debate se originaron controversias reiteradas entre el Fiscal y la Defensora, debiendo intervenir el Juez para resolver **
Continuó ayer el “juicio por jurados” donde es juzgada Rosa Elena de los Santos, la mujer de 34 años de edad imputada de ser la autora del asesinato de Octavio Manganiello, hecho perpetrado en abril de 2019 en nuestra ciudad.
En esta audiencia luego que el Juez Dr. Eduardo Campos Campos habilitara el debate, prestaron declaración 14 testigos de la fiscalía, entre ellos efectivos policiales, peritos de Policía Científica, amigos de la víctima, compañeros de trabajo, y también una ex pareja de la imputada.
La hora de inicio nuevamente mostró un importante retraso, esta vez por una reunión a puertas cerradas de las partes con el Juez aparentemente en procura de encaminar el desarrollo del juicio, a través de superar reiteradas controversias respecto de los interrogatorios a testigos como se venía produciendo entre la Defensa y la Fiscalía.
No habiendo cuestiones preliminares que tratar el Juez Campos Campos habilitó la recepción de testimonios a distintos testigos, siendo los primeros en hacerlo tres policías que acudieron el día del homicidio al lugar del hecho, quienes a su turno refirieron lo que había escuchado de boca de la acusada en cuanto a que “lo había cortado” y que no mostraba signos de arrepentimiento.
Luego lo hicieron los dos miembros de una pareja que habitaba la vivienda próxima a la de la víctima -ambas en el mismo predio- señalando el hombre haber escuchado una discusión proveniente del departamento de Manganiello, y cuando este decía “Dejá el cuchillo”, “Me apuñalaste”, “Me voy a morir”. También habló de otro episodio de violencia en el cual la pareja había golpeado a aquél con un palo en la cabeza, hecho que, si bien dijo no haber presenciado, manifestó haber visto posteriormente a la víctima con una gasa cubriendo una herida.
Concluido su testimonio declaró la mujer, quien dijo haberse despertado esa madrugada por un portazo, haber escuchado la discusión en la vivienda vecina, alertado de ello a su pareja, refiriendo también a las palabras del fallecido sobre el cuchillo, a que lo habían apuñalado y que se iba a morir. Consultado sobre la relación que mantenía víctima y victimaria, dijo que eran novios, que era habitual verlos juntos.
Sobre el interrogatorio de estos testigos la Defensora Oficial Muriel Mendoza cuestionó la forma en que lo realizaba el Fiscal, objetándolo ante el Juez, quien resolvió el incidente en el estrado con ambos funcionarios presentes. Situación que sin embargo tuvo episodios similares durante el desarrollo de la audiencia y que llevó a que el Dr. Campos Campos debiera intervenir, principalmente para que no hubiera entrecruzamientos directos entre ambas partes.
Luego brindó su testimonio el perito de rastros que intervino en el lugar del hecho, quien respaldado por imágenes fotográficas fue explicando lo encontrado en la escena del crimen, particularmente refiriéndose a los cuchillos incautados y presuntamente utilizados para perpetrar el homicidio.
Respecto de la preservación del lugar se produjo una observación por parte de la Dra. Mendoza, produciéndose una nueva controversia a raíz de que la Defensora no había permitido al perito explayarse en su respuesta. Y nuevamente el doctor Campos Campos debió intervenir para resolver la cuestión.
Seguidamente declaró el médico de policía que realizó la autopsia, quien refirió de las heridas que presentaba el cuerpo, y ante una pregunta del Fiscal sobre la forma en que se había producido dijo: “Clavaron el cuchillo, lo sacaron y lo volvieron a clavar”. Y sobre cómo se había producido el apuñalamiento dijo que “había sido de arriba hacia abajo”.
También testimonio una mujer policía de la División Rastros, quien refirió a las manchas hemáticas encontrados en prendas, precisando al ser preguntada, que en la ropa de la imputada no presentaba roturas ni desgarros.
Luego testimoniaron cuatro amigos de la víctima y también compañeros de trabajo, escuchándose respecto de la víctima que era una “persona buena”, “tranquila”, “educada”, “sana”, “sumisa”, precisando uno de ellos que “era un chico inocente que no sabía reconocer la maldad en los demás”.
Mucho de ellos contaron del entusiasmo que mostraba por haberse puesto de novio con la imputada, señalaron que Manganiello era una persona que quería formalizar la relación, formar una familia. Dijeron de cómo con el paso de los días eso fue cambiando porque ella los celaba mucho, señalando a la mujer como manipuladora, de cómo lo había apartado de los amigos, de como el fallecido había comenzado a mostrar temor hacia la acusada. Dijeron haberlo visto totalmente angustiado, que la imputada lo amedrentaba diciéndole que se iba ir con otro, que lo atosigaba constantemente con esa amenaza. Un empleado de un estudio jurídico que compartía mucho tiempo con la víctima cuando realizaban trámites en dependencias judiciales, señaló que Manganiello días antes de su muerte le había contado que la acusada lo había amenazado con un cuchillo. Indicó haberlo visto tres días antes del homicidio contento porque había decidido dejarla, que se lo veía como que se había sacado un peso de encima y dispuesto a formalizar una nueva relación.
El último testigo fue una ex pareja de la acusada, quien contó sobre hechos de violencia sufridos, dijo que era muy celosa, que a consecuencia de ello lo rasguñaba, le pegaba cachetadas, que a él le daba vergüenza decir que era un hombre golpeado. Dijo de un episodio en la casa donde vivían y donde ella lo había encerrado para que no fuera a trabajar, puntualizando que con una tijera le había cortado la ropa, y que a raíz de lo sucedido se había producido la separación.
Este testimonio y a raíz de las consideraciones de ley que el Juez le había mencionado al testigo antes de que comenzara su declaración, llevaron a que finalmente la Defensora lo cuestionara, a partir de que no había mencionado litigios que había mantenido con su defendida, quedando abierta la posibilidad de que un nuevo y próximo testimonio pueda referirse a la situación planteada.
Hoy prosigue el juicio a partir de las nueve horas, oportunidad donde se recibirán testimonios de distintos peritos, algunos de ellos por vía telemática.