María Angélica Rossi y Elisabeth Othondo fueron asesinadas con días de diferencia en Mar del Plata. Aunque las víctimas no se conocían, tenían varias cosas en común. Ambas eran adultas mayores y vivían solas. Y cada una, oportunamente, había contratado a Jonathan Darío Cáceres, ayudante de techista, para hacer refacciones en sus viviendas y poco después las encontraron muertas.
Una cámara de seguridad que registró la presencia de un auto estacionado frente al domicilio en el que mataron a Othondo y el testimonio de un vecino que recordó sobre los arreglos que la mujer había hecho recientemente en el techo de su casa, fueron claves para identificar al sospechoso.
En esta línea de investigación, la activación de celdas celulares en los alrededores de la casa de Othondo permitió constatar que Jonathan Cáceres, quien cuenta además con antecedentes penales por los delitos de privación ilegal de la libertad, robo y robo agravado, había estado en la misma zona el día del crimen.
Tras la detención del techista, las similitudes con el crimen de María Angélica Rossi, asesinada a principios de mayo en el Bosque Peralta Ramos, llamaron la atención de los investigadores, que ahora no descartan que las dos mujeres hayan sido víctimas del mismo asesino.
Tanto Othondo como Rossi fueron asesinadas a golpes en la cabeza. Además, el asesino se llevó objetos de valor en ambos casos y antes de escapar, intentó provocar un incendio para borrar las pruebas.