En los últimos días trascendieron de peleas protagonizadas por adolescentes de nuestra ciudad, que son alumnos de establecimientos educacionales secundarios, y de la preocupación que esto genera en los padres por las consecuencias físicas que en ellos se registran.
Sin dudas que no es algo nuevo, es quizás una constante que los adolescentes busquen arreglar sus diferencias a golpes de puño, pero la novedad es que a partir del uso de las redes sociales esas confrontaciones en nuestra ciudad entre jóvenes han comenzado a ser programadas, las convocatorias o desafíos a pelear entre esos jovencitos se organizan y se filman. Y no es menor el dato, que esas peleas no están circunscriptas solo a varones, las niñas también tienen las suyas.
Los detalles de esas confrontaciones a las salidas de los establecimientos educacionales o en lugares acordados han comenzado a conocerse, y la preocupación de los padres nace y se ha visto reforzada a raíz de que alguno de esos “contendientes” debieron ser trasladado para su atención a nosocomios de la ciudad como consecuencia de esas peleas.
Algunos de estos progenitores han manifestado cierta impotencia en la contención de sus hijos, porque más allá de hablar con ellos dicen que el entorno estudiantil y las modas que imponen las redes sociales los lleva a que no puedan eludir las confrontaciones que se proponen, especialmente en el circulo estudiantil.
Asimismo señalan, lo inexplicable de la no intervención de las autoridades, ya sea municipales, policiales o escolares para poner fin a estas peleas que podrían terminar en situaciones impensadas y graves, en razón que los hechos sucedidos han trascendido, que existen cámaras de seguridad en muchos de los lugares donde se han producido estos enfrentamientos, que lo que sucede no puede pasar inadvertido para quienes en conjunto deben velar por la seguridad e integridad física de los adolescentes involucrados.
Es de esperar que la preocupación de los padres y la difusión pública de lo que sucede, sirva para que todos los dolorenses hagamos algo para que esta situación se encamine y no avance a zonas de confusión y peligro.