A comienzos del mes de julio de 1998 la Administración Municipal hacía entrega a la empresa ganadora de la Licitación de la Planta del “Basurero Ecológico”, construida por la gestión del Intendente Alfredo Meckievi para intentar resolver el tema de los residuos domiciliarios de la ciudad.
Dotada de muy modernas instalaciones y con fondos aportados por la provincia, el objetivo municipal era que a través del Basurero y de la campaña iniciada meses antes,
resolver el problema que significaba para la comunidad la infinidad de basureros clandestinos que había en la ciudad.
Es de recordar, que esa Planta de Tratamiento de Residuos según un convenio firmado ese mismo año receptaría la basura de 6 distritos cercanos a Dolores, Chascomús, Castelli, General Belgrano, Pila, General Guido y Maipú, y que su funcionamiento involucraba a la Secretaría de Política Ambiental bonaerense.
La realidad mostró que los municipios de la zona no estaban comprometidos con el proyecto, ninguno envió basura para su tratamiento y comenzaron los problemas para la empresa que explotaba la Planta, tratando la gestión del Intendente Luis Lovari de una forma u otra mantenerla en funcionamiento, aunque finalmente se terminó por rescindir el contrato de licitación.
Tanto Lovari como posteriormente Meckievi mantuvieron activa la Planta de Tratamiento de Residuos, hasta que Camilo Etchevarren con su llegada a la gestión y sin un fundamento que hiciera público en pocos años la llevó al colapso, destruyendo las instalaciones y la vivienda allí construida, transformando al predio en un “gigantesco basural a cielo abierto” mientras volcaba sus intereses en una nueva ubicación.