Ayer quedó inaugurada, dentro de la Sala de Carruajes, con la presencia de Victoria Onetto, Sub Directora de Políticas Culturales de la provincia; Juan Pablo García; Gastón Baraglia, Director del Museo; integrantes de la Familia Dávila; Ángel Estrada, quien impulsó la restauración de la Galera, y muy buen marco de público.
También estuvieron presentes entre otros el Dr. Alfredo Meckievi, quien fuera Intendente cuando la Galera se restauró y fue presentada ante la comunidad dolorense, y Tomás Battistessa, quien a través de su vínculo con Estrada, ayudó también en el camino para que este carruaje histórico se haya recuperado.
La Galera, en excelente estado, ocupa ahora el centro de una Sala propia dentro de la gran Sala de Carruajes. El sitio fue pintado e iluminado a nuevo, y además expone fotografías y objetos de enorme valor relacionados con la Historia de la Galera.
El Director del Museo, Gastón Baraglia, recibió a Victoria Onetto y al resto de invitados, y tras una recorrida en el lugar, donde quedaron gratamente sorprendidos del trabajo del “Proyecto Juntos”, desarrollado por acompañantes terapéuticos y padres, para niños y adolescentes con discapacidad, en un espacio del Museo, procedieron a la nueva inauguración.
José María Dávila agradeció especialmente en nombre de la familia, las gestiones del Director del Museo, Gastón Baraglia. A continuación tomó la palabra Roberto Dávila, quien no se limitó solamente a hacer un relato de la historia de la empresa familiar y la Galera en cuestión, sino que lo pobló de anécdotas emocionantes que hacen más grande esta historia: “(…) A su vez traían víboras yararás, que hay muchas en la zona de Gral. Lavalle, en los pajonales. Venían en unos latones, yo las alcancé a ver cuando papá las traía en los micros, y se movían. Las llevaban al Instituto Biológico de La Plata, para hacer el suero antiofídico. La Galera salía de calle Buenos Aires N° 24, en pleno centro de Dolores, y el recorrido era de 24 a 28 Leguas. El viaje solía durar entre 16 y 18 horas, realizando distintas postas cada 6 u 8 leguas, donde descansaban y bebían agua los caballos y se refrescaban los pasajeros. Tomemos en cuenta que una legua mide 1500 metros. Las postas para cambiar caballos se realizaban en La Esquina de Crotto, donde está la primera Caminera, yendo hacia La Costa, hoy Ruta provincial 11 y 63; en el Paraje Villa Roch, en el puente de hierro viejo que hay llegando a Conesa, en Gral. Conesa, en el Almacén de Ramos Generales de Don José María Souto, abuelo de José María, donde comían, y si el tiempo no estaba en condiciones, hacían noche para continuar viaje al otro día con posta en lo de Dardo Rosas, unos kilómetros más delante de Gral. Conesa”.
(…) Mi abuela era española, de Vigo, muy bonita. Cuando se casaron mi abuelo tenía 32 años y ella 16. La conoció por foto acá en la Argentina, a través de unos amigos de él. Preguntó “¿y esta quién es?”, “es Lolita, la menor”, “entonces iré a España a casarme con ella”. El gallego se fue a España y volvió casado, y lo trajo a José Pereyra de allá”.
Ángel Estrada: “Esta historia comenzó gracias a que yo lo conocí a Tomasito Battistessa en Montes, un hombre que sabe de alambrados, de caballos, de las actividades camperas. Y pensábamos entonces “qué lástima que la Galera de Dávila esté toda arrumbada en el Museo de Dolores”. Bueno, él me metió el “bichito” que había que restaurarla. Y conseguí tres amigos, Diego Peralta Ramos, Guillermo Fiorito y Cecilia Cavanagh, toda gente con campo acá en la zona a quien le pedí una mano para restaurar la Galera. Gracias a Patrimonio, que nos atendió y nos actualizó, iniciamos la tarea, que fue una pasión para nosotros por más de un año y medio.
Tuvimos la suerte de que la persona que la restauró, Hugo Peralta Ramos, estaba en mis pagos. Un tipo adorable que había aprendido muchísimo de restauración de carruajes de un francés famoso. Haber conocido a la familia Dávila con esa pasión, ese sentimiento, esa sensibilidad. Y lo que más me admira es lo que fue la Mensajería “La Central”, una pyme – tanto que hablamos de la necesidad de que vuelvan las pymes a funcionar en este país – que brindaba un servicio privado a una necesidad pública. Llegaba una vez por semana a Gral. Lavalle llevando los siete diarios de la semana para anoticiar. Era un servicio público adorable, cuando había polvareda en el horizonte la Galera de Dávila estaba llegando, con la polenta de estos gallegos de Vigo, que habían armado una empresa fantástica. Celebremos que el Museo de Dolores haya tomado esta decisión; felicito al Director por el trabajo que ha hecho, nos ha dado una inmensa alegría, lo mismo a Cultura de la provincia. Celebremos tener el amor por la historia y nuestros valores que son muy fuertes”.
Victorias Onetto: “Me parece que lo que primó acá es la sensibilidad, porque escuchar estos relatos, estas historias, sensibilizan y promueven la cultura. Nosotros tenemos un Gobernador, Axel, que tiene la sensibilidad necesaria para entender la cultura como una política pública. Y a partir de esa decisión política todos nuestros Museos Provinciales -y este es uno de los más importantes- son ejes de la región. Lo que pasó hoy acá es maravilloso, producto del amor, de la pasión y de la entrega de toda una comunidad que colaboró, que colabora, que ama su historia, su identidad y sus símbolos. Para que hoy podamos tener restaurada esta maravillosa Galera de Dávila.
Quiero felicitar a toda la familia que colaboró, y que pone a disposición su Historia; en lugar de enojarse porque imprimimos una foto, al contrario, “imprimamos más fotos”, para que nuestras historias se sigan conociendo de generación en generación, porque tenemos que seguir promoviendo nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra pasión por el arte y esta ciudad maravillosa que es Dolores. Para esto en el futuro tenemos que seguir profundizando el trabajo que venimos haciendo con Gastón Baraglia en el Museo, con Florencia Saintout en el Ministerio de Cultura, y con todos ustedes, que los necesitamos porque son los verdaderos protagonistas de la comunidad, para seguir profundizando, mejorando apasionadamente este espacio provincial y por supuesto de toda la ciudad. Agradezco a quienes son los verdaderos protagonistas también de esta historia, los trabajadores. El trabajo es dignidad y nos une. A todas las y los trabajadores de este Museo que le ponen amor y pasión para que el lugar esté cada vez más lindo, muchísimas gracias. Sigamos unidos para que nuestra identidad y nuestra historia sigan unidas”.