El Gobierno dio a conocer ayer el anunciado spot oficial en el marco del 48º aniversario del golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976. Bajo la consigna “Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Completa”, el video de casi trece minutos cuenta con la participación del escritor y periodista Juan Bautista “Tata” Yofre; María Fernanda Viola, hija del excapitán Humberto Viola, “víctima del terrorismo del ERP”; y del exguerrillero Luis Labraña (FAP, FAR y Montoneros).
En el spot se pone en discusión la cifra de 30.000 desaparecidos, se habla de una “guerra”, se reclaman indemnizaciones para las víctimas de terrorismo y se critica a los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
“Para liquidar a las naciones, lo primero que se hace es quitarles la memoria. Se destruyen los libros, su cultura, su historia. Y luego vienen y les escriben otros libros, les dan otra cultura y les inventan otra historia. Entonces la nación comienza otra vez a olvidar lo que es y lo que ha sido”. Esa cita del libro “Sobre la risa y el olvido”, del escritor checoslovaco Milan Kundera, leída en off por Yofre, introduce el spot.
A lo largo del video, Yofre dice que los sucesos que se dieron en Argentina se contaron de manera incompleta por razones económicas. “El secretario de Derechos Humanos era Eduardo Luis Duhalde, junto con su socio en el estudio Rodolfo Ortega Peña, eran los abogados del ERP. Y se hizo por plata, porque hubo un reconocimiento a quienes habían destrozado la Argentina, o iban a destrozar la Argentina, y se quedaron con mucho dinero. Cifras enormes, de aquel entonces y de hoy. Estamos hablando de 200 mil dólares para cada uno”, y acusa a los organismos de Derechos Humanos de la Nación de “haber cobrado el diezmo” que recibían las familias de las víctimas del terrorismo de Estado.
Por otro lado, “la otra razón es que, ¿cómo iban a condenar al terrorismo si el terrorismo estaba en el gobierno de (Néstor) Kirchner. Porque hay que acordarse que fue el presidente que terminó con todo, con el indulto del presidente (Carlos) Menem, con el Punto Final y la Obediencia Debida, que había aceptado Raúl Alfonsín años antes. Estaban en el poder. No solamente sus guerrilleros, los terroristas que habían tomado las armas en aquel entonces, sino también sus ideólogos”, señaló.