Por el Dr. Héctor Ulises Napolitano
Una definición de mercado que elegí para iniciar esta nota, es la que da la Enciclopedia Temática Océano, tomo 2, página 738, que dice: “Cuando en economía se habla de mercado, no se hace referencia a su sentido local o espacial, que siempre tiene un interés muy secundario. Si bien es cierto que en algunos casos existe un lugar concreto y definido donde se realizan las transacciones, como la Bolsa de Valores, la consideración institucional sigue prevaleciendo sobre la local. Es decir, debe entenderse por mercado el conjunto de operaciones de compra y venta de un bien o producto, limitadas en el tiempo y en el espacio”.
La ley de la oferta y la demanda existe, porque en él concurren oferentes (vendedores) y demandantes (compradores), que están en contacto, que puede no ser personal, sino epistolar, telefónico, y hoy a través de internet.
En la economía argentina la estructura del mercado tiende a ser monopólica u oligopólica, y en consecuencia más cerrados que abiertos, pues junto a una gran o grandes empresas existen otras varias de menor tamaño (por ejemplo Pymes) que, incluso todas ellas juntas, son incapaces de igualar en potencia a la grande o grandes.
En la política económica de este país ha habido una alternancia entre mercados libres y regulados o intervenidos, según la tendencia de cada gobierno de turno, ya que el liberalismo económico es partidario del mercado libre, y los heterodoxos del mercado regulado.
De acuerdo al crecimiento demográfico con relación a su extensión territorial, el mercado interno argentino es reducido, y a la vez muy concentrado debido también al escaso desarrollo de las economías regionales. Siendo el flete como costo del transporte de los bienes o productos a larga distancia lo que encarece el precio final tanto para el comerciante como para el consumidor. Por eso la importancia de las cooperativas de producción y de consumo, y de las ferias populares para el abaratamiento de los precios de los alimentos, e incluso de indumentarias. De allí que algunos gobiernos promuevan y estimulen las llamadas economías populares. Ello en lo que respecta al mercado de consumidores.
La sustitución del trueque por el dinero dio lugar en su momento a la aparición de un nuevo mercado que fue el bancario o monetario, tomador de depósitos y dador de créditos.
El dinero creado para ser un instrumento de cambio pasó así a ser una mercancía más de intercambio, tanto primero en el mercado bancario como luego en el financiero, dando un beneficio accesorio llamado interés.
De allí que el capital en su concepto sea el más impreciso que se utiliza en la vida económica, pues además de ser un factor de producción también se lo emplea en un sentido monetario para indicar una cantidad de dinero que puede ser cedida en préstamo.
La adquisición de divisas extranjeras, dio nacimiento al llamado mercado cambiario, que puede ser legal cuando se compran en bancos o en casas de cambio autorizadas, e ilegal cuando se lo hace fuera de ese circuito.
El mercado bursátil comienza en el mundo con la primera Bolsa de Valores fundada en Amsterdam en 1602 por la compañía holandesa de las Indias Orientales para hacer tratos con sus acciones y bonos.
Por su parte la Bolsa de Valores de Buenos Aires, fue creada el 10 de Julio de 1854.
Dicho mercado es fundamental pues es una medida para determinar el crecimiento y desarrollo económico de un país a través de sus empresas, cuyas acciones cotizan en bolsas locales como internacionales.
Amén del llamado mercado interno, aparece también como decisivo en la economía de un país el mercado externo o comercio internacional, constituido por las exportaciones e importaciones, y cuya balanza comercial positiva o negativa incide en el crecimiento o retroceso económico de un país, pues de él depende la acumulación y reserva de divisas, el desenvolvimiento del mercado cambiario, las inversiones y la producción de bienes y servicios, es decir el resto de los mercados.
De allí, que los economistas pongan mucho énfasis en dicho mercado, ya que determina el grado de desarrollo económico alcanzado por un país.
Hoy en el mundo es de suma importancia el mercado de servicios, tanto de los elementales (salud, educación, justicia, seguridad), como de los comerciales, especialmente el turismo, porque genera divisas y crea puestos de trabajo.
En tal sentido, internet es un medio que facilita a sus usuarios concertar negocios, y hacer publicidad y promoción de bienes y servicios.
Lo que distingue a los mercados es la sana competencia, su orientación hacia la producción y la inversión, y la formalidad, cosa que no ocurre en Argentina. Además, de que en este país se han convertido, en mi opinión, en una superestructura de poder que deciden el rumbo de la economía en lugar de hacerlo la política.
No obstante ello, cabe aclarar que hoy el concepto de mercado incluye también al que deriva del Estado en su rol institucional como empresarial, y a los formados por las asociaciones de Estados con fines comerciales y de cooperación (mercados comunes, bloques económicos, etc.).