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Del antiradicalismo a la boleta de la UCR: el oportunista regreso que intentaría Etchevarren

Federico Sabalette
Federico Sabalette
7 Minutos de lectura

Durante sus 16 años al frente de la Municipalidad de Dolores, Camilo Etchevarren se destacó por sus declaraciones provocadoras y por no ocultar que su ideología se adecuaba a sus puntuales aspiraciones políticas, incluso aquellas que pretendía que lo proyectaran a nivel provincial.

Trascendidos recientes indican que, sin posibilidades concretas de acceder a una candidatura seccional el exintendente habría decidido “bajar al llano” y comenzar desde abajo: quiere ser Concejal. Pero no solo eso: aparentemente pretende hacerlo integrando la Lista del Radicalismo local, el Partido que abandonó en 2007 y que, en la práctica, intentó desguazar.

Y si esa candidatura ha sido conversada con las actuales autoridades del Comité local de la UCR es porque Etchevarren sabe que tiene posibilidad de concretarla. La cúpula radical en Dolores está hoy integrada, precisamente, por personas que formaron parte de su Gobierno Comunal.

Sin embargo, no todos estarían de acuerdo. Militantes, afiliados y simpatizantes del Radicalismo han comenzado a levantar su voz contra esa posibilidad. Aunque no en forma directa, así lo expresa la presentación realizada por la Línea Interna “Futuro Radical, Lista 15”, quienes manifestaron por escrito —con varias firmas— su rechazo a cualquier alianza con “el Peronismo, ya sea el K o de La Cámpora, como también con la ultraderecha peronista de Milei y Menem, e incluso con el PRO”, de quien precisamente Etchevarren ha sido por estos años activo militante.

Sin dudas, la candidatura de Etchevarren hiere ideológicamente al militante radical. Muchos no olvidan, que en junio de 2007 decidió abandonar la Unión Cívica Radical y migrar hacia la Coalición Cívica (CC). Según él mismo explicó, su salida estuvo motivada por su disconformidad con el contexto interno y las alianzas partidarias de ese año.

Vale recordar que, en el período previo a las Elecciones Presidenciales de 2007 la UCR enfrentaba profundas divisiones internas sobre a qué candidato respaldar. Mientras un ala del Partido impulsaba a Roberto Lavagna, otro sector —los llamados “Radicales K”— se orientaba hacia el kirchnerismo.

Etchevarren se alineó con quienes se oponían a esas candidaturas. Lo hizo desde una ruptura ideológica y en busca de una nueva identidad, adoptando una postura más personalista y distanciada de la UCR tradicional. Se presentó bajo la bandera de la Coalición Cívica sin respaldo directo de referentes nacionales, lo cual en 2011 él mismo describió como parte de una estrategia de independencia.

Puntualmente su decisión de dejar la UCR fue impulsada por el rechazo a la candidatura de Lavagna y por su distanciamiento del núcleo Partidario Radical, adoptando según pregonaba una visión más autónoma y localista.

En este punto resulta inevitable resaltar una incongruencia si hoy lograra integrar la Lista de Concejales del Radicalismo para la próxima Elección Comunal: en 2007, el candidato a Intendente por el Radicalismo fue Gustavo Bianchi, y a primer Concejal se postuló Nicolás Andrada (actual Presidente del Comité Dolores), ambos por la Lista “Sociedad Justa”, espacio que a nivel nacional encabezaba Roberto Lavagna con el Partido UNA. Justamente esa fue una de las alianzas que, según Etchevarren, motivaron su alejamiento del centenario Partido.

Etchevarren se postuló entonces como candidato a Intendente por la Coalición Cívica y ganó las Elecciones con el 36,5 % de los votos.

Pese a ya no formar parte de la UCR, Etchevarren siguió lanzando críticas al Partido. En 2016, por ejemplo, lo cuestionó duramente: “La UCR se sigue manejando con Generales que nunca ganaron una Batalla”, y reclamó —como si tuviera derecho— que se eligiera “gente más representativa”. Y no conforme con eso, a través de sus adláteres le hizo la vida imposible a Silvio Vitarella, que había sido Concejal radical –el que logró que el Partido tuviera un representante en el Concejo-, para lograr que desistiera de intentar volver a serlo.

Con esas críticas resistía la subordinación del Radicalismo al PRO dentro de Cambiemos, un proceso que él mismo consolidaría al cambiar de espacio político. En noviembre de 2014, en el camino hacia la Elección Presidencial de 2015, el entonces Intendente hizo pública su decisión de respaldar a Mauricio Macri, marcando un giro político de relevancia. “Nosotros siempre salimos a la cancha a ganar, no somos un equipo que hace jueguitos… En 2015 vamos a acompañar para que Mauricio Macri sea el próximo Presidente. Queremos ser parte de la transformación en la Nación, la Provincia y Dolores”, dijo entonces.

Ese mensaje dejaba en claro su objetivo: una Gestión orientada a resultados, sin retórica partidaria tradicional.

Etchevarren no solo apoyó a Macri, sino que también asumió una postura combativa contra el kirchnerismo reivindicando al PRO como espacio de renovación. Basta recordar el acto que organizó frente al Municipio en octubre de 2021 cuando Macri debió declarar en el Juzgado Federal.

También participó activamente en Encuentros de Intendentes bonaerenses del PRO y defendió la apertura política del espacio dentro de Cambiemos.

Ahora, tras casi dos décadas de alejamiento, Etchevarren parece haber redescubierto el valor del Radicalismo, del cual no es afiliado partidario desde hace muchos años. El mismo Partido que abandonó en 2007 sería, al parecer, su nueva puerta de ingreso para intentar lograr una banca en el Concejo Deliberante. Todo indica que lo hace no por convicción, sino porque no logró colarse en las listas de La Libertad Avanza.

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