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Federico Nimer: único argentino que completó las cinco distancias del Ultra Trail de Mont Blanc, la carrera de montaña más prestigiosa del mundo

Federico Sabalette
Federico Sabalette
13 Minutos de lectura

En Francia una vez más, el atleta dolorense disputó los 55 km. que le faltaban para llegar a una meta que le llevó años de enfoque, decisión y hábitos determinantes: “Los últimos 50 metros caminé, disfruté. No quería cruzar la línea, porque sabía que se estaba terminando algo que me costó un montón de años. Fueron los últimos 50 metros más felices de mi vida, fui muy feliz. No fue una carrera, fueron años plasmados en estos últimos 55 kilómetros.”

 

¿En qué momento de su etapa como atleta siente que se encuentra hoy?

Estoy en el momento que siempre quise estar, revalidando el prestigio que busqué durante mucho tiempo. Si bien a nivel nacional lo tenía, lograr lo que logré en este último tiempo me dio la confianza suficiente para creer que ahora sí tengo el prestigio necesario para poder seguir logrando cosas grandes, y hacer que la gente se anime a hacer cosas grandes.

 

Cuénteme sobre la última competencia y lo que significa.

Fue la distancia ultra más pequeña de Mont Blanc que se realiza en Charmonix, Francia. Es la distancia de 55 kilómetros, la OCC, luego de haber participado en distancias que son más largas. Esto significó para mí haber terminado un proceso de casi 8 años pura y exclusivamente dedicado a llegar en las cinco distancias “ultra” individuales. Fue culminar un montón de cosas, un proceso donde aprendí un montón. Hubo que superar muchísimos traspiés, nos caímos, nos levantamos, pero crecimos a pesar de todo eso a nivel persona, gracias a mucha gente. Fue cumplir un sueño que todavía no puedo explicarlo. Creo que la mejor manera de explicarlo es vivirlo.

¿Por qué es tan importante esta carrera?

Porque es el Mundial, la meca del Trail, de la ultra distancia, que se realiza una vez al año. Los profesionales a veces están un mes entrenando en Charmonix para poder competir. Es importante porque en cada distancia compiten los mejores del mundo. Cada distancia es una disciplina diferente, no es lo mismo correr 55, 100, 145 o 170 kilómetros. Ahí van los mejores en cada distancia, se mezclan todos, y es muy importante para este deporte a nivel mundial, están las mejores marcas, los mejores atletas, todo lo mejor. Si bien están los mundiales de diferentes distancias, en esta carrera se resume un Mundial. Muchas personas le dicen que no a sus Selecciones para ponerse como objetivo esta competencia, la UTMB (Ultra Trail de Mont Blanc). Sería como el Tour de Francia, el Mundial de Fútbol, de Básquet, es el Mundial del Trail.

 

¿Cómo se sintió en la competencia?

Muy bien antes y durante la carrera. Siempre confío en el trabajo que hago. Para poder largar tranquilo una carrera tengo que saber que hice todo o más, y la verdad es que me sentí y corrí muy bien. Me cuidé un montón porque el objetivo no era ni el tiempo ni una posición sino llegar, para culminar con el objetivo de mi vida, que era completar las cinco distancias ultra individuales del UTMB. Disfruté de principio a fin, corrí con gente tremenda. Y seguir aprendiendo, porque también esto es una inversión para aprender y luego transmitir, ya que soy Entrenador y vivo de transmitir lo que aprendo. No quería llegar. Los últimos 4 kilómetros eran pura emoción, y pensar que se terminaba, “lo estoy logrando”. Y los últimos 50 metros caminé, disfruté. No quería cruzar la línea, porque sabía que se me estaba terminando algo que me costó un montón de años. Fueron los últimos 50 metros más felices de mi vida, fui muy feliz. Hoy no puedo creer lo que logré. No fue una carrera, fueron años plasmados en estos últimos 55 kilómetros que corrí en esta carrera.

 

¿La disciplina y este modo de vida que eligió desde joven, también lo acompañó en su formación como persona?

Sí. Cuando uno se pone objetivos grandes, tiene que ser consciente, consecuente, coherente y determinante. Lógicamente las distracciones siempre están, pero si uno se focaliza en algo grande, no hay que perder jamás el foco. Por más que se te pasen millones de cosas por encima hay que mantener el foco. Creo que haberlo hecho durante tanto tiempo me ayudó mucho a cambiar los hábitos, a crecer como atleta y como persona. Gracias también a mi Entrenador y a un millón de personas que me brindaron su casa, su oído, que me han apalabrado bien. Fue un proceso de mucho aprendizaje y de ser muy humilde, porque para lograr estas cosas tenés que aprender primero. Si no aprendés como es la vida y como es este deporte, después no podés plasmar nada ni a nivel deportivo ni personal. Fue un proceso lindo y creo que sigo en él, que se vienen mejores cosas todavía.

 

¿Hubo momentos de duda en este camino?

No, jamás dudé de lo que quería. Sé lo que quiero. Hoy cumplí un objetivo pero sé lo que quiero para mi futuro. Conozco mis debilidades pero también mis fortalezas, y me tengo mucha confianza porque sé lo que es la voluntad, la tenacidad, lo que son los valores. Jamás dudé de que lo podía lograr porque año a año me fui dando cuenta de que se podía. Hay cosas que te pueden hacer dudar, pero si uno está seguro de lo que quiere, como dice la famosa frase, “quien sabe lo que quiere hace lo que debe”. Nunca me salí de lo que quería, y de lo que quiero. Si bien las cosas pueden costar un poco más o menos, siempre cuando uno está en el foco, es muy difícil salirse. Le dediqué mi vida a esto. Con tiempo, trabajo y dedicación sé que va a llegar. Nunca dudé ni dudo al tomar una decisión, y eso que tuve que hacer muchas elecciones. No me arrepiento, si me pusiera el mismo objetivo volvería a decidir lo mismo. Aunque en el camino te perdés un montón de cosas lindas de la vida, la familia, los amigos. Pero vale la pena cada decisión y cada elección.

 

Una de esas decisiones fue viajar y estar en otros lugares.

La verdad que sí. He boyado por el país durante mucho tiempo. Es difícil, cansador, porque estás armando bolsos todo el tiempo, teniendo en cuenta qué zapatillas tenés que llevar para cada terreno. He tenido la suerte de que me brinden lugar en Salta, donde tengo una especie de familia, lo mismo en Bariloche, tengo una familia, un amigo que es como un hermano mayor, así que tengo un hermano biológico y este otro hermano de la vida. Muchos hermanos de la vida, una familia en cada lugar donde fui. Cuando sos buena gente y te ganás la confianza de las personas todo se te hace un poco más llevadero, pero no quita que sea cansador. También tuve que tomar la decisión de irme a Córdoba para mejorar. Allá pasé una lesión pero también crecí como deportista, al empezar nuevamente de cero; nunca pensé que me iba a lesionar pero me recuperé, tuve que ser muy humilde para escuchar a muchas personas, gente grande que me enseñó un montón de cosas que hoy día puedo transmitir. No me arrepiento. Hoy recorro el país sabiendo que tengo techo, un plato de comida y un cerro para disfrutar de lo que hago.

 

Además de deportista es Entrenador y también asesor de una marca de ropa deportiva, ¿Le da eso otro panorama?

Sí, claro, todo lo que hago es pensando en seguir mejorando, aprendiendo, capacitándome para dar el mejor servicio que pueda para mis atletas. Luego tratar de mantenerme a la vanguardia con todo lo que son materiales del deporte al que me dedico, para mis atletas, para mí y para la empresa que trabajo. Soy corredor de esta empresa, “Weiss”, y también parte del Departamento de Desarrollo y Diseño. Esto me permite tener mucha información y un mayor criterio para trabajar en conjunto con mis pares de la empresa. Pero básicamente todos estos años me han dado muchísima experiencia. Y el haber podido testear, o probar diferentes materiales, me da el criterio suficiente como para poder hacer productos nacionales eficientes para este deporte.

¿Después de Mont Blanc qué?

Después de Mont Blanc estoy tratando de caer en la realidad de lo que para mí es increíble. No fue la última carrera sino la meta de un montón de años, donde pude cumplir los objetivos de mi vida. Pero eso no quiere decir que no vuelva, porque siempre quiero volver. Es la meca, el Mundial del Trail, donde van los mejores. Uno quiere estar ahí aunque sea como espectador porque es ir a aprender. No es ir, sacarse una foto y venderla en Instagram. Tenés la oportunidad de aprender de los mejores. Uno que siempre tiene ganas de aprender, se fija en como bastonean, como caminan la montaña, como corren, que hacen, tratás de hablar con ellos sobre sus entrenamientos, qué y cada cuanto tiempo comen. Si bien tengo mi equipo y voy apelando a esa experiencia, estamos en un deporte en continuo crecimiento, con cosas nuevas año a año. Si uno no está a la vanguardia, nunca se termina de adaptar. Todo cambia, desde la alimentación hasta la tecnología de la ropa, la suela de las zapatillas. Hay que ir y estar, porque en ese evento se larga lo mejor.

 

¿Su próxima carrera?

Corro en Chile 100 kilómetros en diciembre, en “Vulcano”, en la zona del Volcán Osorno. Y de momento se viene entrenar, disfrutar, hacer lo que me gusta. No necesito una carrera para estar siempre motivado para entrenar, porque no tengo que olvidarme que yo a esto lo hago por salud. Porque con salud hacemos todo. Si no tuviera salud no había logrado nada de lo que logré. Priorizar la salud, hacer las cosas por salud y tratar de transmitir salud.

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