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El Negacionismo

Federico Sabalette
Federico Sabalette
6 Minutos de lectura

Por el Dr. Héctor Ulises Napolitano

 

El negacionismo es una tendencia y corriente de opinión que se ocupa de negar hechos históricos, comprobaciones científicas, fenómenos naturales como los cambios climáticos, enfermedades, etc.

Surgió después de la Segunda Guerra Mundial negando el holocausto. Razón por la cual tiene su origen en una ideología de extrema derecha de carácter filonazi.

Hoy está presente en varios países del mundo, y en Argentina tuvo su inicio a través de quienes negaron y niegan el terrorismo de Estado durante la última dictadura militar.

Si para Aristóteles la realidad es la única verdad, para los negacionistas la realidad es la verdad que ellos inventan y pretenden hacer creer, y sin duda están convencidos de que es así, a veces por motivos ideológicos, en otras por intereses personales y en algunos casos por descontento u oposición a algo que les causa molestia, por ejemplo prohibiciones, restricciones, limitaciones, aunque estén justificadas por las circunstancias (pandemias, contagios, riesgo de muerte, etc.).

Lo peligroso es que aprovechan como caldo de cultivo el descontento generalizado para reclutar adeptos a través de las redes sociales, e incluso por medios de comunicación masivos que se prestan a infundir y difundir tales ideas.

La muestra de ello fue durante la cuarentena con las movilizaciones callejeras de grupos que transgrediéndola protestaban aludiendo que la pandemia era inventada, que las vacunas eran tóxicas o no servían, y relacionando las medidas sanitarias restrictivas con intereses políticos internacionales, como por ejemplo el de querer constituir un nuevo orden mundial, entre otras.

Lo cierto es que cuando se reporteaba a los manifestantes cada uno daba una versión distinta del motivo por el cual protestaban, lo que denotaba su falta de coherencia, que es una de las principales características que los negacionistas tienen.

El negacionismo es el escepticismo llevado a su punto máximo que es el nihilismo.

Aunque aparentan ser pacifistas y no violentos, cosa que pongo en duda, tienen algo de terroristas porque en casos suelen infundir temor y miedo, además de propalar noticias falsas y deformar la realidad.

En política, la oposición sistemática es negacionismo, porque niega sin proponer algo alternativo.

En general, se caracteriza también por argumentaciones que carecen de demostración empírica y rigor científico, estando más cerca de lo arbitrario, caprichoso y antojadizo que de lo racional, verosímil y sensato.

Por ejemplo pueden decir que el planeta tierra es cuadrado, y se convencen de tal manera que es verdad, que lo repiten afirmándolo, pues consiste en una suerte de alienación contagiosa que busca soslayar la realidad para alejarse de ella o de interpretarla de un modo no convencional para llamar la atención.

El negacionismo en tal sentido suele ser exótico y a veces incomprensible.

Distinto del estudioso y científico, que pudo en su época ser tildado de negacionista por oponerse a algo que la ciencia tenía por verdadero, y luego demuestra que no era cierto.

Volviendo a las repercusiones y consecuencias que puede ocasionar el negacionismo, la primera es la de causar dudas y polémicas, la segunda es la difusión de falsedades que puedan seducir y cautivar a un número importante de personas, y la tercera es lograr ciertos propósitos y fines, como pueden ser generar incertidumbre y malestar con el orden establecido en lo político y social, como en lo que hace al conocimiento ya adquirido a nivel científico, por el hecho de ser negado o cuestionado.

El negacionismo tiene mucho de disconformidad social.

Retomando el tema de la política, hay quienes, incluso dirigentes, que niegan el rol del Estado y hasta algunos no solo lo pretenden reducir al mínimo, sino también abolir.

Mi opinión al respecto, “una sociedad sin Estado es caos”.

Por eso es que el negacionismo se relaciona con la derecha ultraliberal que tiene ideas anarquistas.

Por ejemplo, afirman que hay que vencer la pobreza pero niegan la justicia social como medio y sentido de equidad para dar igualdad de oportunidades y redistribuir el ingreso de manera proporcional.

Incluso la salud y la educación que para los liberales son de las pocas funciones indelegables del Estado, los negacionistas de éste proponen dejarla en manos del libre mercado.

Niegan también la soberanía nacional en cuestiones estratégicas no solo en materia de recursos naturales sino en posesiones territoriales, insulares y marítimas.

Es un alerta desde lo ideológico para los gobiernos democráticos, pues los negacionistas son antipolítica, antisistema y tienen un deformado concepto de la libertad que conciben sin condicionamientos, límites, ni orden regulatorio.

“El negacionismo es disruptivo, regresivo y para nada constructivo”.

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