Marcelo Pereyra nació y vive en la Capital Federal, pero tiene fuertes vínculos en Dolores, donde vivió varios años. En la entrevista cuenta sus comienzos y el camino hasta convertirse en músico y productor, y nos habla de “Siempre estarás”, su primer disco
La charla la iniciamos preguntándole por la música, si siempre lo había atraído, y nos decía” Siempre, desde chico, antes de venirme a Dolores tocaba la guitarra con mi papá, él me enseñó, se dio cuenta de que era zurdo. Empecé a cambiarle las cuerdas a la guitarra, a tocar como zurdo. Mi mamá me compró en Dolores mi primera guitarra, chiquita, me acuerdo que salió 70 pesos, y la sigo teniendo. Empecé a aprender de oreja, por mi cuenta, hasta que empecé a aprender los acordes a los 10 años, y ahí ya estaba enloquecido (risas). A los 11 años mi mamá me compró mi primera guitarra eléctrica, y ahí ya fue otro mundo.
- – ¿Cómo fue tener el primer instrumento eléctrico?
Era otro mundo, me gusta más la guitarra eléctrica. Pero es irónico, porque pasé de la guitarra criolla a la eléctrica, y de ahí a la acústica. Cuando era chico me gustaba mucho tocar la guitarra, y cuando era aún más chico, 4 o 5 años, me gustaba cantar. Pero ahora me di cuenta que me gustan las dos cosas, no puedo estar sin una o la otra. La guitarra es el instrumento perfecto para tocar y cantar, y al componer mis propias canciones prefiero ese instrumento: letras, guitarra y voz solamente. En 2010 hice mi primera canción y hoy tengo 62. Siempre cuando volvía de la escuela o estaba solo en casa me ponía a componer algo, y mayormente las completaba de un día para otro. Me gustaba como sonaban, pero las personas cercanas me daban buenas opiniones, eso es importante, porque no vale solamente lo que diga yo. Seleccioné las que más me gustaban para hacer el disco.
- – ¿Cómo se incorporó a la Orquesta Escuela de Dolores?
Hice la primaria de tercer grado a sexto en la Escuela N° 30. Alicia Ciancio en 2010 vino con el hijo a presentar los instrumentos de la Orquesta Escuela, y quedé enloquecido con el violín. Empecé a ir primero a la Orquesta Infantil, fui concertino en una de las presentaciones, y después Jorgelina Brunengo y yo pasamos a la Orquesta Juvenil, donde me quedé hasta 2012.
- – ¿Imagina otro camino que no fuera la música?
No, siempre pensé que me iba a dedicar a la música. Lo que no sabía era bien lo que quería en ese sentido. En 2013 arranqué el Conservatorio en Castelli, por eso dejé la Orquesta. En 2015 me faltaba una materia para terminarlo, pero me di cuenta que no era lo que me gustaba, quedé debiendo “Guitarra 3”. En diciembre de 2014 fu a grabar con mi mamá y los alumnos de canto, me empezó a gustar el mundo del estudio, y en 2017 lo confirmé cuando fui a grabar mi primera canción, ahí ya dije “listo, esto es lo que me gusta”.
- – ¿Qué canción eligió para grabar entonces, y por qué?
La canción se llama “Pesadilla”, y era la última que había hecho entonces. Fue por un sueño donde pensé que una persona cercana se moría, empecé a escribir todo eso. A mi papá le gustó un cover que yo había hecho, de una banda llamada “Yeites”, iba a ir a grabar este cover al estudio, pero terminé grabando mi canción, era preferible grabar algo mío que un cover.
- – ¿Entrar a un estudio lo marcó?
Entrar ahí me cambió la vida. Empecé a ver que no solamente es guitarra y voz la música, sino empezar a grabar todos los instrumentos. Y al no usar partitura, tener yo en la cabeza todas las partes de los instrumentos, qué es lo que quiero que hagan. Obviamente me dieron una mano ahí, se llamaban David y Daniel, para hacer todos los arreglos. Y mi tío me advirtió la noche anterior: “¿vos preparaste todas las cosas?”. Cuando le pregunté qué cosas me dijo “la parte del bajo, el piano, ahí vas a cantar y a tocar todos los instrumentos”. Y empecé a la noche a ver qué podía sacar, y salió algo. 2017 era mi último año de la escuela, hasta ahí me iba a ir a La Plata a estudiar Composición, en bellas Artes, como una obligación, me gusta, pero no es algo que me apasione. Cuando descubrí esto, quise estudiar en la Plata o Buenos Aires algo que tenga que ver con Producción Musical, y encontré la UQUI (Universidad de Quilmes).
- – ¿Qué carrera concretamente está terminando?
Son dos carreras, parecidas, pero con dos títulos distintos: Licenciatura en Música y Tecnología, y Tecnicatura en Producción Musical y Nuevas Tecnologías. Te recibís de Productor Musical. Aprendí un montón de partes técnicas, y gracias a mis viejos pude comprarme los equipos para empezar a producir yo, y ahí salió el disco. Tener los equipos disponibles me permite dedicarle el tiempo que yo elija. Generalmente volvía de la facultad y me ponía a grabar, por ejemplo, la parte del piano. No se graba así un disco, pero era lo que podía.
- – ¿Y su tarea de productor?
A producir a otros artistas a principios de la pandemia, en 2020. Antes de eso hacía videos para Instagram y eso, pero me producía a mí mismo. Ya en 2021 empecé a grabar temas más “aceptables” en calidad de sonido, y se me ocurrió empezar a hacer el álbum para tirarlo en marzo de 2022. Todo salió para el “día del amigo” en pandemia, armé un grupo de WhatsApp con amigos cercanos y gente conocida para preguntarles si querían participar en un video de la canción “Un amigo es una luz” de Los Enanitos Verdes, ahí estuvieron mis primos, Bernardo Rodríguez, de Castelli, Nicolás Díaz, el hijo de Alejandro, éramos varios tocando para pasar el rato y haciendo lo que nos gusta, la música, e hicimos el video. Me gustó eso de hacer el video y continué, lo mismo produciendo música.
- – ¿Se complica estar de los dos lados?
Es lindo que le guste a las demás personas, el reconocimiento. Como estoy acostumbrado a trabajar solo, cuando estoy con otra persona es otra cosa. Una cosa es estar tocando, otra produciendo, y otra tocando y produciendo, porque vos lo ves de los dos lados. Cuando le pedís al sonidista que te haga algo te dice “no puedo hacerlo más porque ya hice todo”, y no te das cuenta porque estás del otro lado. Como me tocó estar de ambos lados, puedo sugerir, y se choca a veces con la otra persona.
- – Cuéntenos de su disco y el proceso para lograrlo.
El disco tiene 11 canciones, la número 11 es la misma que la primera, pero en versión acústica. Se llama “Siempre estarás”, es más que nada de género pop/rock. Primero empiezo a grabar desde los instrumentos más graves hasta los agudos. Siempre grabo la guitarra o el piano y la voz como prueba y después voy grabando arriba. Muchas veces lo dejo ahí, grabo otro tema de la misma manera. Y otro día me pongo a mezclar lo que tengo grabado. Y hay veces, muy pocas, que en un ataque de inspiración arranco a grabar un tema y en un mismo día lo mezclo, capaz que estoy 8 o 9 horas, pero lo mezclé, y al otro día con la oreja descansada, lo masterizo para no mandarme ninguna macana, regulando el volumen y todas las demás cosas. El proceso sería grabación, edición, mezcla y el mastering, que es llevarlo a un volumen y hacerle unos procesos más para que ya esté audible en las plataformas digitales. Porque cuando estás grabando está a un volumen tan bajo que, si yo te lo mando o lo subo así mezclado a las redes o plataformas digitales, se escucharía muy bajo el volumen.
- – ¿Y después?
Cuando ya tenés todo es cuestión de hacerle publicidad y asociarte a alguna distribuidora de música. Ahora, a menos que sea YouTube, no podés subirlo tan fácil. Tenés que estar asociado a una distribuidora, gratis o paga, la mía es paga, DistroKid. Te creas una cuenta, subís tu material, lo aceptan y lo distribuyen ellos mismos a las plataformas. Tenés que cumplir ciertos requisitos, más que nada sobre el volumen, que tiene que estar en -14 LUFS, que es una unidad de medida, y la foto del álbum tiene que estar en determinados pixeles. Es decir, tenés que cumplir ciertos requisitos para que te permitan subirlo.
- – ¿Ya está para escuchar?
Ya se puede escuchar, se busca como “Siempre Estás”, Marcelo Pereyra, en cualquier plataforma digital. En todas estoy como Marcelo Pereyra, y en Instagram como Marcelo_Pereyra09. La verdad, es un logro, una auto superación. Uno se siente orgulloso de lo que ha podido lograr. Arrancó siendo una especie de juego, pero me di cuenta que es algo que me gustaba y que me va a seguir gustando.
- – ¿Qué significan las plataformas digitales?
Para mí es una ayuda tremenda. Antes tenías que hacer un montón de copias de un álbum, ver si las vendías, te salía mal el negocio y te las quedabas vos, con una pérdida de dinero impresionante. Acá es pagar por mes, por año, y directamente la gente tiene la accesibilidad desde su celular. No hay comparación con un CD por una cuestión de estética y de sonido, lo mismo que el vinilo. Pero es mucho más accesible tener una cuenta en una plataforma musical para escuchar algún tema.
- – ¿Qué sigue ahora?
En vivo voy a empezar a difundir para tocar en lugares del Buenos Aires. En el próximo lugar que voy a tocar será en “Moscú”, un bar de Castelli, el 5 de octubre, seguramente algunos covers y algunos temas del disco para incentivar que se escuchen en las plataformas. Y me encantaría tocar en algún lugar de Dolores, obviamente. Tratar de sacarle todo el jugo a este álbum y empezar a grabar otro para largarlo seguramente el año que viene, a mediados o finales de año. Tengo todas las canciones anotadas, en un cuaderno, en el celular y en mi cabeza, pero no las tengo grabadas. Ahora viene la parte de arrancar de cero con el segundo álbum, y mientras tanto seguir haciendo covers, presentaciones en vivo, videos en Instagram, generalmente acústicos, de temas que me gustan en especial.
- – Un mensaje para los más chicos que les gusta la música.
Que hagan lo que les gusta, y que lo hagan con pasión. El esfuerzo después va a dar sus frutos.