La lectura de las Ordenanzas propiciadas por el Departamento Ejecutivo municipal siempre dejan tela para cortar, sin embargo al menos una pone en duda el análisis que se hizo del proyecto en el Concejo Deliberante, y lo que es peor, que ni los Concejales que lo aprobaron ni las autoridades evidentemente leyeron lo que se aprobaba.
Estamos hablando de una Ordenanza de 2018 de la que recién ahora podemos hablar, en razón de la forma amañada en que Etchevarren las publica al igual que los Decretos por él firmados (meses después, mezclados, sin guardar correlación por fecha o número) claramente con la intención de impedir el contralor ciudadano de los actos de gobierno.
Vayamos a la Ordenanza que nos ocupa.
El 13 de junio de 2018 el Concejo Deliberante local sancionó una Ordenanza marcando un lugar de estacionamiento especial con demarcación frente a un domicilio de nuestra ciudad en el marco del Expediente 4032-76.811, norma que lleva la firma en nombre del legislativo local de Daniela Arrabit como Presidente del HCD y de Oscar Pardo como Secretario, y a la que Camilo Etchevarren al promulgarla le dio el número 7.034.
Ahora bien. Esa Ordenanza indica en su Artículo Primero: “Autorizar la delimitación de zona con prohibición de estacionamiento y demarcación con cartel señalizador para discapacitados en el domicilio de la calle Dorrego e/Lamadrid y Alvear…”.
La cuestión es que no se especifica el domicilio con su correspondiente numeración, y al ser tanto Dorrego como Lamadrid y Alvear paralelas, cabe preguntarse cómo se pudo cumplir con lo dispuesto. También como lo dijimos desde un comienzo, ¿en el Concejo nadie lee lo que se sanciona?, pareciera que es así, y aunque lo ocurrido con esta Ordenanza pueda parecer menor, el gran interrogante se abre sobre otras muchas, principalmente en las que se disponen eximiciones, se otorgan concesiones o habilitaciones.
En fin, los hechos parecen demostrar poco apego o responsabilidad en el Concejo Deliberante por parte de aquellos que cumplen una función electiva en representación de los ciudadanos, lo que de por sí resulta más que preocupante ya que se trata de legislar.