El intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, dio otra vuelta de tuerca sobre el gasto político del municipio y elevó del 20 al 30% la reducción de su sueldo y de 15 a 20% el de los integrantes del gabinete que lo acompaña en esta gestión.
Justificó la medida en el marco de un “plan de austeridad” para optimizar recursos que pretende destinar a acciones que impacten en beneficio de la comunidad del distrito.
La rebaja salarial de los funcionarios municipales, que alcanza al rango de secretarios, subsecretarios y presidentes de entes, ha sido una constante que aplicó desde que asumió la administración de esta comuna a fines de 2019.
El sueldo de Montenegro está regido por la Ley Orgánica de las Municipalidades (LOM) que establece para el intendente el equivalente a 16 salarios mínimos correspondientes a la comuna en donde presta servicios, ya que cada una tiene sus propias paritarias con el personal.
Desde la Municipalidad indicaron que, en base a ese cálculo, el intendente percibe un salario bruto de $1.400.000. A partir de los aportes de ley, la retención por Ganancias y el descuento del 30% decretado por Montenegro, su salario de bolsillo ronda los $500.000, agregaron las fuentes.
Montenegro argumentó que consideró necesario un descuento superior en función de “la situación económica general y el contexto inflacionario” y confirmó que estos cambios entrarán en vigencia en noviembre próximo.
El porcentaje de salario de estos funcionarios regresa a las arcas municipales bajo la figura legal de donación y queda destinado a las partidas presupuestarias para los gastos que la administración pública considere necesarios.
Fuentes del palacio comunal consultadas por La Nación estimaron que en estos casi 34 meses trascurridos desde el inicio de la gestión de Montenegro, siempre con aplicación de este tipo de descuentos, significaron una recuperación para las arcas públicas de más de 100 millones de pesos.