Como lo dijimos en publicaciones anteriores, la realidad le mostró a Etchevarren que debía dejar de lado su sueño de ser Gobernador y aspirar a lo único posible, procurar una quinta elección consecutiva como Intendente de Dolores.
En 2018 cuando aún estaba vigente la ley que impedía la reelección de los Intendentes bonaerenses, Etchevarren manifestaba sus aspiraciones a ser Gobernador de la provincia de Buenos Aires, las que luego replicaba en su propia página de Facebook.
En noviembre de 2021, cuando Mauricio Macchi llegaba a nuestra ciudad citado por el Juzgado Federal de Dolores, Etchevarren reiteraba su intención de postularse a gobernador en 2023, no solo manifestándolo, sino desplegando carteles “Camilo Gobernador” cuando los seguidores del ex Presidente lo acompañaban hasta la sede judicial.
Sin embargo, no mucho tiempo atrás y quizás por haberse modificado la ley que impedía las reelecciones, Etchevarren daba vuelta a la página de su aspiración y comenzaba a desandar su sueño de Gobernador, reconociendo su poco peso político para serlo a partir de un Distrito “con 40 mil habitantes”.
Como lo señalábamos meses atrás las candidaturas exigen liderazgo, representatividad y respaldo electoral en el sector político en que se milita, algo que Etchevarren evidentemente no ha logrado en el PRO para aspirar a ser gobernador más allá de los triunfos electorales a nivel local.
También decíamos, que con chances para un nuevo período al frente del Municipio solo tendría que resignarse a cambiar los carteles “Gobernador” por el de “Intendente”, que es lo que precisamente ha comenzado a ocurrir por estos días según sus manifestaciones y el cartel colocado al frente de su local partidario, que dice: “Camilo 2023 – Sigamos haciendo”.