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Asesinato de Fernando Báez Sosa – Chat de imputado a un amigo: “dos convulsionaron, a uno lo mandamos al hospital sin signos vitales”

Federico Sabalette
Federico Sabalette
8 Minutos de lectura

** Este y otros fueron analizados durante la jornada de ayer, y corresponden al análisis de los celulares incautados a los acusados del homicidio. Una Perito de la Policía Federal, señaló que la impronta que tenía el cadáver en el maxilar se correspondía con la zapatilla de Máximo Thompson, a quien muchos testigos señalan golpeando a la víctima cuando estaba caído en el suelo**

 

En la séptima audiencia del juicio oral que se lleva adelante contra los ocho jóvenes imputados como coautores del asesinato de Fernando Báez Sosa, se escucharon ayer importantes testimonios de Peritos que parecen solidificar la acusación, principalmente con los chats surgidos de algunos de los teléfonos celulares incautados a los procesados, como también del análisis de la zapatillas de Máximo Thomsen, el joven señalado por muchos testigos como uno de los que golpeaban a la víctima cuando ya estaba en el suelo.

Dr. Laborde

La audiencia del Tribunal en lo Criminal nº 1 comenzó con el testimonio del Dr. Javier Laborde, secretario del Ministerio Público Fiscal Departamental, que había comenzado su declaración el lunes sobre reconocimientos de los imputados y prendas en distintos videos, y que ayer lo hizo sobre su trabajo sobre los teléfonos celulares incautados a los imputados tras su aprehensión en Villa Gesell pocas horas después de cometido el crimen.

El funcionario señaló que el análisis de los teléfonos se circunscribía a los días 16 al 18 de enero de 2020, es decir desde la llegada de los imputados a la ciudad de Villa Gesell y hasta después del hecho.

Luego hizo referencia a los celulares analizados, a un grupo de WhatsApp que integraban los investigados y otras personas, las comunicaciones mantenidas desde antes de llegar al boliche “Le Brique” y también después de la golpiza, entre estos un audio de Lucas Pertossi donde dice: “Estoy acá, cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la Policía, llamaron a la ambulancia… Caducó”.

Uno de Ciro Pertossi en horario cercano donde puntualiza: “Chicos no se cuenta nada de esto a nadie”.

Mientras el doctor Laborde realizaba el informe, se destacaba la atención que todos los imputados ponían sobre su palabra y principalmente sobre la reproducción de los chats que se hacía en una pantalla.

Del celular de Blas Cinalli surgieron impactantes chats, “nos enfrentamos y ganamos… Creo que matamos a uno, están diciendo todos en Villa Gesell”. “Nos peleamos contra unos chetos y ganamos. Fue heavy, se fue la Policía y les dimos, lo recagamos a palos. No vamos al centro a premiar”. Y quizás el chat más revelador, cuando Cinalli al contestar dice: “Dos convulsionaron, a uno lo mandamos al hospital, sin signos vitales”.

Luego el particular damnificado de solicitó al Dr. Laborde si podía hacer un relato conciso y secuenciado de lo que podía extraer de las imágenes de los videos exhibidos en el debate, manifestando este que había visto a los imputados sacados, cuando estaban en la vereda del boliche “Le Brique”, cuando la víctima cruzaba la calle, cuando los policías se retiraban y entonces los imputados cruzaban, señalando haber visto al final derecho cuando se retiraban y que en la esquina uno de ellos se abrazaba con otro, cuando estaban demorados por la Policía frente un Supermercado, cuando pasaban frente al hotel “Inti Huasi”, Thomsen corriendo y al resto por detrás. Sobre el ataque dijo que Lucas Pertossi filmaba, Ciro Pertossi golpeando por detrás, que tres personas le estaban pegando a la víctima detrás de un auto, y que Thomsen se lo veía donde estaba la víctima. A preguntas de la parte acusadora dijo que, la secuencia del ataque según los videos duraba alrededor de un minuto, dando así final a su testimonio.

Ingresó seguidamente María Salamendi, encargada de tomar las huellas de Milanesi, Comelli, Ciro Pertossi, Guarino, Cinalli y Pablo Ventura para determinar el número de calzado de las zapatillas, indicando puntualmente como había sido el procedimiento.

Luego brindó testimonio María Luján Molina, encargada de igual tarea en los detenidos Luciano Lucas Pertossi, Venicelli, Thomson, y Violaz, dando puntualmente explicaciones de cómo se tomaban esas muestras y se realizaban las comparaciones para determinar con qué número de calzado se correspondían.

Luego declaró David M. La Rosa, un policía de la División Causas Especiales de la policía provincial, que en base a diapositivas refirió sobre las impresiones plantares de los ocho imputados, indicando que las mismas habían sido tomadas con ellos sentados y luego erguidos, porque el pie en esta última forma dijo, puede tener alrededor de 1 cm. más.

María Cariar, Licenciada en Criminalística y funcionaria de la Policía Científica, fue la siguiente testigo, quién en base a haber tomado fotografías del cuerpo de la víctima durante la autopsia, se refirió a la tarea de analizar la impronta (marca) de zapatilla que aquél tenía en la zona de la mandíbula, obteniendo fotos no sólo del procedimiento sino para el posterior análisis scopométrico que profundizaría el trabajo comparativo.

Consultada sobre una impronta que se veía en la zona del cuello en el cadáver, la Perito no pudo relacionarlas con la que se observaba en la zona de la mandíbula, expresando ante una consulta del particular damnificado que podía ser un golpe distinto de aquél.

La siguiente testigo fue Hayde Almidón, Comisario de la Policía Federal Argentina y Jefe del Gabinete Científico de la fuerza en Mar del Plata, quien fue la encargada de realizar el examen scopométrico de la zapatillas incautadas a los imputados, quien con muestras de video del informe realizado fue señalando como había sido realizado el trabajo de análisis, y de cómo el cotejo había permitido determinar que la zapatilla Cyclone perteneciente a Máximo Thomson se correspondía por el diseño zigzag que tenía en la suela, con la marca del golpe que Fernando Báez Sosa tenía en su mandíbula, afirmando, “No había posibilidad de error de que fuera de otra zapatilla”.

Como último testigo depuso Sandra Romero, funcionaria policial, que intervino en la Comisaría donde estaban alojados algunos de los procesados en el momento que las pertenencias a estos incautadas pasaban a tener resguardo judicial.

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