Desde el comienzo mismo del mes de febrero, Sergio Massa se ha venido moviendo con más intensidad de la habitual, y todo tras un único objetivo: encarrilar de una vez por todas los números de la agitada economía local. Apenas comenzado este año 2023, el ministro de Economía del Gobierno del presidente Alberto Fernández; procura con énfasis llegar a un control efectivo de gastos.
Son jornadas movidas para el titular del Palacio de Hacienda, que incluso este sábado dejó de lado el descanso para reunirse con los integrantes de su equipo de trabajo económico.
Las motivaciones para hacerlo son de verdadero peso. Es que de acuerdo a no pocas estimaciones desde ámbitos privados, las erogaciones de la primera semana del mes en curso cayeron 24,3% en relación a igual período del año pasado.
Así, tal como indica el Monitor del Ajuste del Gasto que elabora la consultora Analytica, en los primeros siete días de febrero el gasto primario se desplomó 41,4% con relación a la última semana de enero.
“Se trata del nivel de gasto real más bajo desde la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía. Los ajustes más significativos en términos interanuales se concentran sobre la obra pública y las asignaciones familiares y por hijo”, señala el reporte.
El ministro de Economía procura así consolidar el frente fiscal con el objetivo puesto en llegar a fin de año con un déficit primario del 1,9% acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año, sobre todo, en el contexto en el que la recaudación de impuestos da señales de debilitamiento.