En una extraña decisión que se conoció en las últimas horas, el Intendente Camilo Etchevarren dio marcha atrás con el inusitado y exagerado incremento que había impuesto a la Tasa por Conservación de Caminos Rurales para este año 2023.
Lo sucedido nos da la razón a la publicación efectuada el pasado 5 de diciembre, donde consignábamos que el incremento del 141 por ciento en el valor por hectárea respecto del año anterior (de $. 590 a $. 1.420), no tenía justificación alguna desde el punto inflacionario o con lo que la Municipalidad había presupuestado gastar para cumplir con el servicio.
Ese incremento fuera de toda lógica le valió a la Municipalidad de Dolores encabezar la lista de municipios de la Provincia de Buenos Aires con mayor incremento en esa Tasa, y ser incluida en la crítica que realizó la principal agremiación que agrupa a las Sociedades Rurales.
¿Qué ocurrió ahora?. Este martes la Municipalidad difundió un comunicado, donde se expresa que la cuota de enero emitida por Conservación de Caminos había sido a un “valor superior al correspondiente”, que se lo hizo $236.67 por hectárea cuando debía ser de $171.67. lo cual seguramente será bienvenido por los productores, aunque se trata de lisa y llanamente una falacia.
Se indica en el comunicado que “el valor por hectárea para el año 2023 es de $1.030”, el que se abona en seis (6) cuotas bimestrales, de $171.67 cada una por hectárea”, cifra que en significa un 75 por ciento de incremento respecto del año 2022.
Sin dudas esta unilateral decisión de dar marcha atrás y disminuir en un 66 por ciento el valor que el propio Etchevarren impuso a los productores rurales de Dolores, surge de compararlo con lo dispuesto en el art. 23º de la Ordenanza Impositiva 2023, aprobada por el oficialismo y los Mayores Contribuyentes que responden al Jefe Comunal en la Asamblea realizada el 26 de diciembre pasado, donde “se fija se fija un valor de PESOS UN MIL CUATROCIENTOS VEINTE ($ 1.420,00) por hectárea” (ver facsímil).
En realidad este “baño de realidad” en que se sumergió nuestro Intendente tiene motivaciones claras, la queja de CARBAP por lo que estaba ocurriendo con los incrementos de los impuestos municipales al campo, también, que se está frente a un año electoral donde Etchevarren procurará una nueva reelección.
Respecto de la decisión adoptada, queda claro que al no tener Etchevarren explicación posible a aquel incremento, para informar de su “recule” mandó al frente a la Dirección de Rentas de la Municipalidad, sin explicar de qué forma se instrumentó la reducción (¿por Decreto a refrendar?), ya que se debe recordar, que al tratarse de una modificación a un Ordenanza vigente es el Concejo Deliberante quien debe convalidar la modificación.
Sin dudas esta autoinfligida derrota a su política tributaria hacia el campo y que puede afectar sus aspiraciones, Etchevarren la deberá asumir como muestra de su irracional uso del poder, que también deja descolocado a su grupo cercano de gobierno, que pareciera no querer o poder hacerle ver lo irracional de muchas de sus decisiones.