Se conoció ayer el fallecimiento del ex comisario Tomás Antonio Freites, condenado por la Cámara Penal Departamental en noviembre de 2021 a seis años de prisión como responsable del delito de “Omisión a Evitar la Tortura», en el marco de la causa por el homicidio de Emilio Blanco.
La información surgió a partir que la Cámara Penal de Dolores le comunicó a la familia del adolescente asesinado en Chascomús en 1997, que a raíz de fallecimiento de Freites se daba por extinguida la acción penal respecto del mismo.
Es de recordar que la condena impuesta al ex titular de la Comisaría 1ra. de Chascomús había sido apelada ante el Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires, cuya resolución se encontraba aún pendiente.
Sobre el caso por el cual fue juzgado Tomás Freites, es de señalar que los jueces que lo juzgaron, los Dres. Emiliano Lazzari, Antonio Severino y Daniel Rezzónico, por unanimidad dictaron la sentencia condenatoria a partir del hecho precedente ocurrido en las primeras horas del 28 de septiembre de 1997, cuando personal policial interceptó al joven Emilio Blanco en un lugar próximo a su domicilio, lo privaron de su libertad, lo trasladaron de forma inmediata hasta la Comisaría de Chascomús, donde al menos Fermín Basualdo (condenado) junto a otros funcionarios policiales le infringieron torturas, las cuales le causaron lesiones en distintas partes del cuerpo y le provocaron la muerte, tras lo cual el cadáver fue arrojado en inmediaciones de las vías del ferrocarril pretendiendo ocultar el crimen bajo la apariencia de un accidente ferroviario o un suicidio.
El hecho imputado al ex Comisario Freites
El fallo de la Cámara Penal señaló, que en esas mismas circunstancias de tiempo y lugar, el comisario Freites que se desempeñaba como titular de la Comisaria de Chascomús, intencionalmente se desentendió “de ejercer el debido control de la dependencia y de las personas que se hallaban bajo su mando, omitiendo dolosamente realizar las acciones necesarias tendientes a evitar que funcionarios policiales, al menos el condenado Fermín Eleodoro Basualdo, infligieran a Emilio Blanco las torturas detalladas anteriormente y que culminaran con su muerte.»
Más adelante y puntualmente sobre la acusación de “Omisión de evitar las torturas”, el fallo puntualizó, que a partir de los testimonios recibidos en las audiencias del juicio, tanto de peritos médicos como de policías que prestaban servicio en la dependencia policial señalada, se había podido acreditar que la noche del hecho el Comisario Freites estaba en la Comisaría, que era el superior por cargo, jerarquía y servicio, y que cuando fueron hallados los restos sin vida de Emilio Blanco el imputado se encontraba presente en el lugar precisamente en su rol de comisario.
Además se señaló, que desde el inicio mismo de la investigación llevada a cabo como titular de la Comisaría, Tomás Freites procuró “ignorar la hipótesis de las torturas y posterior homicidio de Emilio, direccionando deliberadamente la investigación hacia un accidente, y cuando ya no se pudo sostener, pretendieron profundizar la teoría de un suicidio, ignorando de modo flagrante las evidencias que señalaban el rumbo de la tortura y el homicidio”. “Hoy conocemos el motivo que tenía Freites que no es otro que desviar intencionalmente la investigación, ello en virtud de directas y gravísimas responsabilidades penales propias y de personal a su cargo”, resaltó la sentencia.
Por ello los jueces por unanimidad habían resuelto condenar a Tomás Antonio Freites, domiciliado por entonces en la ciudad de San Rafael, Mendoza, como autor del delito de “Omisión dolosa de evitar la tortura” e imponiéndole la pena de “seis años de prisión de efectivo cumplimiento”, más inhabilitación especial perpetua para desempeñarse en cargos públicos.