Cambio los estudios de ingeniería por la música y se mudó a la Capital Federal. Lleva 35 años brindando shows propios, contratado como músico o sesionista y dando clases. En esta charla con Patricio Fontana nos cuenta de la influencia de su padre, la que hoy él también vive en sus hijos, como llego a “Virus” -la emblemática banda nacional con la que está actualmente de gira, y de cómo vive su profesión, entre otras cosas.
- – ¿Cuándo supo que la música iba a ser tu forma de vida y profesión?
Bueno creo que siempre lo supe, ya que desde que tengo uso de razón y gracias a mi padre, “Koy” Fontana, quien era un gran melómano además de locutor en Radio Dolores y pianista aficionado, la música formó parte de mi vida cotidiana. Y a él le debo los primeros conocimientos y las primeras escuchas de géneros diversos, desde los 3 años. Recuerdo pasar noches al lado de mi viejo mientras me explicaba cómo se usaba una consola, o un grabador de cinta abierta, y me explicaba quién era Alan Parsons o Frank Sinatra, o cualquiera de tantos grandes músicos, de épocas pasadas o contemporáneas. Cuando escuche “El lado oscuro de la luna”, de Pink Floyd, o “Una noche en la ópera” de Queen, algo paso internamente que me marco fuerte, y lo supe unos años después. Pero respondiendo concretamente a tu pregunta, supe que me iba a dedicar a la música luego de un intento frustrado de estudiar ingeniería en La Plata. Era bueno con las matemáticas, pero era mejor con el piano.
- – ¿Cómo transitó esa decisión?
Al principio no sabía cómo decirles a mis padres que quería abandonar esa carrera para probar suerte en capital con la música. Pero claro que no fue difícil. Ellos siempre me apoyaron y creo que muy internamente lo imaginaban. Así que dejé La Plata y la ingeniería y me fui a Capital Federal a estudiar composición en la UCA. Luego seguí mi camino por otros conservatorios e institutos. Empecé a trabajar de músico profesional casi al mismo tiempo que empecé a estudiar música en Capital, haciendo grabaciones como sesionista y luego integrando una banda contratada por el dueño de un bar que era cantante y tocaba todos los fines de semana. Me sirvió muchísimo como fogueo, pero como a la vez tenía que cursar y hacer trabajos prácticos se ponía complicado el tema de los horarios de sueño. Dormía tres o cuatro horas por día, pero claro, era joven y tenía resto físico y muchas ganas.
- – ¿Cuáles fueron sus primeras influencias? ¿Siguen siendo hoy?
Como dije antes, mi primera influencia y la más importante fue mi viejo. El me hizo escuchar todo lo que se podía escuchar en ese momento. Si hablamos concretamente de lo que me marcó como músico y me definió, te diría que fue el jazz, desde lo tradicional hasta lo más moderno, y el rock progresivo tipo Queen o Yes. También había Deep Purple y música clásica. Y por supuesto el rock nacional, todo. Ahora ya adulto y profesional desde hace casi 35 años no puedo decir que siga teniendo alguna influencia, uno se forma y pasa a ser su propio influencer. Si tuviese que elegir una banda que me sigue influenciando inconscientemente te diría sin lugar a dudas los Beatles. Sigo escuchando algunas de aquellas cosas, y otras solo son un lindo recuerdo.
- – ¿Cómo llega a “Virus”?, esa banda emblemática del rock nacional en donde los teclados siempre han tenido presencia
Llegue a “Virus” creo que con mucha suerte (risas). Trabajando como sesionista conocí a Ulises Butrón, guitarrista tremendo, que me llamó para grabar un disco que el producía para un extranjero, el vasco Mezobigarrena, un loco lindo, que lamentablemente tuvo un final no feliz. En ese momento Julio Moura (Virus) estaba grabando el disco de Limbo, la banda que formó luego de la separación de “Virus” tras la muerte de Federico; tenía que presentar el disco y no tenía tecladista, así que Ulises le recomendó que me llame. Recuerdo recibir un llamado a las 9 de la mañana o algo así, y cuando me dice “hola, soy Julio Moura, ¿sabes quién soy?”, le conteste “claro que sí”. Y en realidad no tenía la menor idea, le pregunté si me podía llamar en un par de horas porque estaba ocupado en ese momento (durmiendo) y así fue. Mientras tanto averigüé quien era y casi me desmayo porque crecí escuchando a Virus y ahora me estaba llamando por teléfono para que toque con él.
- – ¿Cómo se lleva con las giras, movilizarse y todo lo que implica?
Me encanta ir de gira, sobre todo ahora que son giras cortas, digamos de fin de semana. Las giras largas son un poco más complicadas, en el sentido en que uno ya está grande y se extraña la familia y la casa propia, aunque vivir en hoteles de lujo está muy bien también. Y lo que agradezco a esta profesión es la posibilidad que te brinda de conocer lugares y personas del mundo que de otra manera seria muy difícil.
- – ¿En qué proyectos musicales está actualmente?
Actualmente estoy de gira con “Virus”, una gira larga que será posiblemente la última de la banda y que esperamos se extienda bastante. Por otro lado, en lo particular, estoy dando clases de piano y teoría en general, y trabajando como músico ya sea en shows propios o de terceros, como músico contratado, y en grabaciones como sesionista.
- – ¿Está en contacto con algunos músicos de Dolores?
Estoy en contacto con los que fueron mis compadres cuando yo vivía allí, y mis compañeros de aprendizaje y tocadas. Entre ellos Juan Manuel Montenegro, Daniel Montenegro, Mintcho Garramone, Jorge Tito Falcón, Daniel González Oronó y su tremendo padre “Nelo” Oronó. Y estoy impresionado y muy feliz de ver a músicos nuevos dolorenses en cantidad y calidad. Me alegra mucho eso.
- – ¿Qué desafío o proyecto tiene en lo musical/artístico, que quiera contar?
Para ser sincero, había abandonado bastante todo proyecto desde un poco antes que empezara la pandemia. Pero esa circunstancia me obligó de alguna manera a revisar bocetos de músicas que tenía archivadas, y generó el impulso para que compusiera cinco temas que fueron grabados a la distancia con distintos amigos (se pueden escuchar y ver en mi canal de YouTube o Instagram) y de alguna manera revivieron mis ganas de componer y de volver a estudiar. Luego inmediatamente terminada la pandemia arrancamos con Virus así que mi cabeza esta puesta en eso ahora, y en compartir y ayudar lo más posible a mis hijos en sus respectivas carreras. “Paco”, el mayor, es un pianista en crecimiento constante y obviamente soy su fuente de conocimiento más cercana, como lo fue mi viejo conmigo, y Mora va por el lado de la fotografía y el diseño de imagen y sonido (digna nieta de Koy, quien también era un fotógrafo de la hostia).
- – ¿Qué le diría desde su experiencia a las chicas y chicos que empiezan en la música?
En principio que lo hagan y lo disfruten, aunque no tengan claro si va a ser una experiencia momentánea o su forma de vida. Si es lo segundo la cosa no es tan fácil, porque a pesar de que la música y el hacer música es una experiencia única, necesaria y sanadora, el vivir de esto no es fácil todo el tiempo. Hay que poner dedicación, garra, temple para afrontar momentos de arroz o fideos sin queso rallado, que por suerte son eventuales. Lo más importante es disfrutar al hacerlo. Los que elegimos vivir de la música o para la música lo sabemos. Como en todo hay que hacer sacrificios, pero vale mucho la pena. Si te gusta la música no la abandones.