El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, expresó su preocupación por la pobreza infantil durante su homilía realizada en el tradicional tedeum del 25 de mayo, al tiempo que hizo un fuerte hincapié en la unidad de los argentinos y utilizó una frase del Martín Fierro: “Los hermanos sea unidos, esa es la ley primera”.
Ante la atenta mirada del presidente Alberto Fernández, que llegó acompañado por su gabinete, Poli cuestionó a los dirigentes que alimentan la confrontación “buscando culpables en el pasado o en el presente” y dijo que aunque ese parezca “el camino más fácil”, sembrando desconfianza y alimentando más enfrentamientos, “el modo más sabio y oportuno de abordarlos es procurar consensos a través del diálogo”.
“Cuando priman intereses particulares sobre el bien común o cuando el afán de dominio se impone por el encima del diálogo y la justicia, se menoscaba la dignidad de las personas e indefectiblemente crece la pobreza en sus diversas manifestaciones”, afirmó.
Y siguió: “Aún con todos los límites de un sistema en manos humanas, nuestro régimen democrático ha demostrado ser el más óptimo de la vida civil garantizando libertades, favoreciendo procesos de inclusión y promoviendo derechos sociales. No obstante, no se ven desplegadas todas sus virtudes y bondades. No puedo dejar de mencionar, como demuestran recientes estudios de campo, la sensible desigualdad que existe en un amplio sector de la población vulnerable”.