En el festival de privilegios con que el Intendente Etchevarren reconoce la lealtad de sus funcionarios políticos y más allá de los suculentos sueldos que les paga, sobresale el combustible y el mantenimiento de sus autos particulares, que según dice fueron puestos “a disposición de la Comuna”.
Hay algunos casos que rayan con lo inmoral, otros son lisa y llanamente una burla a los vecinos que con mucho sacrificio pagan sus tributos y que ven como a ese dinero se lo utiliza como prebenda para mantener la clase política que localmente gobierna.
Estas situaciones tan indignantes no son fáciles de apreciar para el común de la gente, tampoco de traerlas fácilmente a la luz, porque el responsable de ocultarlas es el propio Jefe Comunal al no cumplir con su obligación de hacer público los alcances de su gestión al frente de la Comuna, publicando por ejemplo los Decretos que firma.
Como ya en otras publicaciones que hemos realizado lo señalamos, por ley Etchevarren está obligado a hacer esa publicación por lo menos una vez al mes, lo que impunemente viola una y otra vez, como quedó evidenciado recientemente con el fallo del Tribunal de Cuentas sobre el ejercicio 2021 donde puntualmente se lo responsabilizó de ello.
Los funcionarios y el combustible
Catorce meses después del término en que la ley lo obliga a publicar los Decretos, Etchevarren lo hizo en marzo pasado con los del mes de enero de 2022, entre los cuales sin dudas sobresale por ser de los primeros y por su contendido, uno a través del cual priorizó a los administrativos contables de comienzo de año el beneficio que le reconoció a su elenco de gobierno.
Precisamente el Decreto nº 3 dictado el 3 de enero de 2022 -primer día hábil del año- en el Expediente 4032-81.094, lo hizo con el fundamento que “funcionarios y empleados municipales, ponen a disposición de la Comuna sus vehículos particulares a fin de realizar actividades inherentes a la Municipalidad …, por lo que corresponde reconocer los gastos en concepto de combustible, como así también de mantenimiento, a partir del 4 de enero de 2022”.
Este reconocimiento de gastos que otorga Etchevarren a sus funcionarios políticos es más que nada una prebenda, ya que es evidente que muchos de esos vehículos son de uso particular y no afectados al Municipio como se sostiene, con el agravante que en al menos dos casos, los beneficiados tienen afectados para todo uso vehículos municipales.

Estos puntuales casos son: el de Martín Franco, a quien por su Peugeot 308 Active se le reconocía “gastos de combustible y mantenimiento”, siendo que se moviliza para su tarea en la Secretaría de Obras Públicas en la camioneta Toyota Hilux (patente GPR-534); Y el de Oscar Gainle, funcionario asignado a las Termas, a quien también se le reconocía los mismos gastos de su Ford Focus teniendo asignada en forma permanente una camioneta Ford Ranger 4×4 (patente AE 825 GH).
Existen también dos casos llamativos, el del Secretario de Seguridad Fabián Puig, a que se le reconoce “gastos en concepto de combustible y mantenimiento” de su Renault Fluence, vehículo que utiliza para uso particular, principalmente para trasladarse a su domicilio en La Costa; y el de Marcelo A. García, funcionario a cargo de la Radio Municipal y a quien se le reconoce igual tipo de gastos por su Peugeot 408 Allure, rodado que utiliza diariamente para movilizarse a su domicilio en la ciudad de Pila.
También se les reconoce gastos de combustible en ese Decreto entre otros, a la camioneta Ford Ranger de Eduardo Vignolio, a la Renault Captur de Gonzalo Pulti, y al Ford Fiesta de Néstor Martel.
Sin dudas esto es una verdadera sinrazón y dispendio del dinero público por parte del Intendente Etchevarren, pero también en cierta manera un abuso de parte de quienes aceptan un beneficio que a muchos no les corresponde.
En verdad, una administración inédita, nunca antes visto, un verdadero e indiscutibles despilfarro del dinero de los vecinos.-
La generosidad, habla bien de quien la ejerce, «claro está», si proviene de su cuenta personal, según mi parecer, es deleznable, tanto quién lo da, como quién lo recibe.-
Este tipo de actitudes, supera el entendimiento y paciencia de la comunidad.-
Tan lamentable, como inentendible.-