En las últimas horas en nuestra ciudad se registraron intentos de estafas telefónicas simulando secuestros.
El tema fue visibilizado por un vecino (W. R.) a través de Facebook, quien dijo:
“Estemos atentos.
El sábado volví de una cena cerca de las 3 AM y como siempre, pasé por la habitación y vi a mi hija muy tranquila durmiendo, el varón había salido y no se encontraba en casa…unos minutos más tarde, cuando estaba a punto de dormirme, suena el teléfono fijo, por lo que saltó de la cama y corrí sospechando algo malo y escucho a una nena llorando al grito de: «papá, me tienen secuestrada y me están apuntando con un arma»
Recién acababa de ver a mi hija durmiendo y eso me tranquilizó, pero la angustia de esa voz me dejó mal, a pesar de que sabía de qué se trataba.
Le respondo con tranquilidad: » ah…si? No me digas!!
La persona que llamó se dio cuenta que no le creí y cortó.
Por supuesto que volví a la habitación de mí hija y me quedé observando un rato para calmarme y convencerme que todo estaba bien.
Luego me volví a acostar y el corazón se me salía del pecho, mientras pensaba que hubiera pasado si en lugar de una mujer, me llamaba un varón que podía ser mi hijo? Si con la certeza de que ella estaba en casa me puse muy nervioso, no quiero pensar en que pasaba si era un varón y mi incertidumbre al no poder verlo.
En esos momentos las voces son todas iguales, lo tienen bien estudiado y solo con pensar que un hijo puede estar en serios problemas o está mal, no te detenés a sospechar o especular y te llevan de la mano…les aseguro que casi me convenció que era ella.
Estamos en un mundo muy enfermo, es realmente espantoso vivir esas situaciones…no se lo deseo a nadie.
Por eso quería compartirlo para que estemos atentos y preparados para este tipo de cosas que ocasionan malos momentos, absolutamente innecesarios!!”, finaliza el relato.