Hace un tiempo atrás entrevistábamos a Agustín Calvella (h) para charlar sobre la construcción que realizaba de las Carrozas para el “Carnaval del Sol”, conversación que dejó en claro que había también en él otros matices artísticos. Por eso regresamos, para conversar nuevamente y conocer de esas otras realizaciones, de cómo surgieron esas inquietudes artísticas que vuelca en muy diversas actividades.
Le decíamos si su padre Agustín había sido ejemplo y motivación de las facetas artísticas que ha desarrollado, señalando nuestro entrevistado: “Yo lo acompañaba cuando iba a hacer su temporada en Pinamar, lo hizo toda su vida, años, y siempre me llevaba. Yo iba y lo miraba, siempre dibujando, siempre haciendo retratos, miraba la cantidad de gente que se paraba frente en una vidrierita de tres por tres a ver como pintaba. Siempre me impresionó cómo hace taxidermia, y no digo que me guste la taxidermia sino el proceso, los maniquíes, todas esas cosas que se hacen para generar un ejemplar de taxidermia.
- – ¿Qué cosa en particular le despierta un me gusta?
Me encanta todo lo que es volumen en 3D, la forma cuando toma volumen, me sale más fácil que un dibujo. Yo puedo hacer un dibujo, pero me cuesta más que hacerlo en 3D. Creo que aprendí mucho de mi padre, muchísimo de mirarlo, me gustaba su picardía para solucionar problemas. Eso me despertó algo sin dudas, pero me gusta hacer cosas diferentes…
- – ¿Esas picardías que dice de su papá, las ve como fruto de la experiencia o es un don natural?
El tiene un don natural que yo no tengo, él hace una sola raya y ya está el dibujo. A mí no me sale así. Pero bueno, todo lleva su tiempo, un proceso, no todos somos iguales. Yo trato de buscar mi impronta, me gusta aprender a hacerlo yo mismo. Prefiero equivocarme, intentarlo solo.
- – ¿Hizo algo de pintura?
Pintura no tanto, he dibujado pájaros y cosas así, que me gusta. Me gusta más modelar, más el tema de hacer algo en escala, volúmenes diferentes, me gusta mucho eso y lo practico permanentemente.
- – ¿Por ejemplo?
No sé. Estamos en un asado y me dicen, hacé un avioncito. Agarro un corcho, lo corto, hago un avioncito con un corcho. ¿Cómo lo hiciste me dicen? No sé, lo he hecho tantas veces que me sale. Para la Cafetería Mingo, siempre nos llaman para la decoración y tenemos que estar inventando algo diferente, ya es el tercer año que les hacemos algo, le hicimos un trineo, si lo ve, verá que está hecho con una cama antigua. Hicimos un cascanueces con una caja de bicicleta. El buzón está hecho con un termotanque, todo eso se va modelando, no es que el termotanque así nomás. Se hizo una tapa, se le dio forma de buzón para que parezca un buzón. Después hay un ciervo que yo hice con ramas, está hecho de ramas y es un ciervo. Y nada, a mí me encanta todo eso. Me encanta también, y no es por egocentrismo, que la gente te diga qué bueno que está, eso me da ganas de seguir. Me gusta, practico, es arte y me gusta hacerlo como arte.
- – ¿Tiene taller en su casa?
Sí tengo, siempre tengo un taller, necesito siempre un tallercito porque siempre estoy haciendo algo y necesito un lugarcito.
- – ¿Estar siempre en el taller, es una descarga para la tensión del trabajo diario?
Me encanta el taller, me gusta mucho. La verdad que sí, es cable a tierra para mí. Me gusta estar haciendo algo, si no me aburro, me gusta estar arreglando algo. Si no es una moto, es un motor, o si no es un motor, es modelar algo, capaz que encuentro un cartón y me pongo a hacer una cabeza de un caballo de cartón. Y nada, no tiene ningún sentido, pero lo hago igual, porque me gusta.
- – ¿Esa necesidad de hacer algo es mental o se lo pide sus manos?
Me aburre estar sin hacer nada, me pongo molesto, necesito hacer algo, necesito crear. Siempre voy mirando, soy medio ciruja, voy por la calle y levanto cosas que después le doy utilidad. Hace tiempo atrás iba al trabajo y encontré en la Plaza Castelli un árbol tirado, ese árbol después lo transformamos en decoración, es un árbol de sakura japonés ahora. Y tiene miles de flores hechas de papel, una por una, quedó espectacular.
- – Antes de comenzar la entrevista comentaba que hace decoración para fiestas…
Si, con María Delia Bianchi. Hacemos decoración de ambientaciones de eventos o de lo que sea. Te piden cierto estilo, la persona quiere tal cosa, se hace una reunión y se busca qué es lo que más gusta y se lo plasma en una idea, se trata de crearlo lo mejor o más parecido posible. Y la verdad que hemos tenido mucha suerte, mucho trabajo. Estos últimos años hemos trabajado muchísimo.
- – También hablaba de espontaneidad en la creación, pero sin dudas pesa la experiencia…
Exactamente. Uno va aprendiendo y observando de otros. Yo me fijo en otras cosas que me gusten y de ahí trato de hacer lo mejor posible, siempre buscando que al otro le guste.
¿Y cómo es eso en los eventos?
Es difícil, porque tenés que lograr que la persona se emocione cuando entra a su fiesta, a algo que está esperando mucho. Por suerte hemos tenido mucha suerte, porque esa emoción también vos la vivís, te emociona ver que el otro se emociona. Es decir, eso es lo que más me gusta, la emoción del otro.
¿Algo en particular que haya llamado la atención por su realismo?
Me ha pasado muchas veces, he hecho cosas, por ejemplo, para una fiambrería hice fiambres falsos. Y he estado presente y escuchar que la gente se quería llevar esos fiambres, y yo que sabía que eran de gomaespuma o tergopol, me reía. Veía gente que pasaba por la puerta de la fiambrería y decía, mira esos chorizos, mira esos jamones, y no eran reales. Me gusta buscar el realismo, no es fácil, la alegría es cuando uno lo encuentra. Por suerte hay cosas que me salen. Me gusta mucho eso de la sorpresa.
- – ¿Buscar y encontrar realismo es su forma de vivir?
Exactamente, me encanta, me gusta, no me cuesta. Lo que sí, lo que trato de hacer siempre, es mejorar. Porque todos los días se aprende, no es que uno ya sabe todo. Así que nada, tratamos de mejorar, por ejemplo buscando materiales, decir, mira con esto que iba a tirar a la basura me sirve, con cosas así he encontrado soluciones un montón de veces. La idea es de reciclar, con cosas que podés encontrar tiradas, trabajar y hacer nuevas cosas.