En una entrevista reciente con el Intendente Juan Pablo García entre otros temas hablábamos de las sillas que la gestión anterior compraba todos los años, ya que se desconocía el porqué de la adquisición de tantas y dónde se encontraban las compradas.
Si bien las extrañas compras de sillas es un tema de vieja data en la Administración Etchevarren, a partir de la documentación publicada por la gestión pudimos conocer algo de lo sucedido en los últimos años son las sillas, por ejemplo:
El 6 de febrero de 2017 a través del Decreto nº 156 se compraban 800 sillas por un valor de $. 210.400 para los espectáculos de la Fiesta de la Guitarra.
En febrero de 2018 por Decreto nº 164 se adquirían 1.000 sillas por un valor de $. 289.000, para ser utilizadas en diversos espectáculos.
En marzo de 2019 por Decreto nº 305 se compraban 700 sillas por un valor de 273.000 pesos, destinadas se decía a los espectáculos de la Fiesta de la Guitarra que se realizarían en el Microestadio.
Y por Decreto nº 46 de enero de 2023 se compraban 1.400 sillas de plástico negras, para ser utilizadas en la Fiesta Nacional de la Guitarra y diferentes eventos municipales, por un valor de $ 3.161.004.
Al darse a conocer recientemente la rendición del “Carnaval del Sol” las autoridades municipales consignaron un faltante de más de 900 sillas, situación que claramente refleja el desmanejo que con ellas se hacía y el perjuicio que significaba para las arcas municipales.
Y como datos anecdóticos es de consignar: Primero, el consabido argumento que la compra que se hacía era “lo mejor para los intereses municipales” evidentemente lo era como una expresión netamente financiera, ya que claramente como bien comprado en nombre de los dolorenses poco y nada se hacía para cuidarlas. Y segundo, en octubre de 2022 por Decreto 1.537 y con motivo de la organización del festejo por el “Día del Empleado Municipal” (el 8 de noviembre), se realizaba la contratación directa de un proveedor para agasajar a 650 personas, incluyendo el servicio de Catering con “insólitamente sillas” para el evento.
Por último, no se puede dejar de consignar que seguramente muchas de esas sillas faltantes se hayan roto, pero también, que quienes en alguna oportunidad concurrieron al local partidario del ex Intendente en Belgrano y Rivadavia consignaron haber visto sillas que eran de la Municipalidad, situación que si bien hoy no se podría corroborar, el uso que hizo del auto oficial y de otros bienes de la Municipalidad para sus actividades electorales en cierto modo estarían dando certeza de la presencia de sillas en ese lugar.