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La Inserción en el Mundo

Federico Sabalette
Federico Sabalette
5 Minutos de lectura

Por el Dr. Héctor Ulises Napolitano

 

En este país los políticos hablan y prometen la inserción de Argentina en el mundo, pero hasta ahora no lo han logrado de manera efectiva, salvo su incorporación al G20 que por el momento no ha dado los resultados esperados.

El problema de la inserción de Argentina en el mundo, es primero su falta de desarrollo económico, segundo la errática y variable política de los gobiernos que se suceden que tienen una visión distinta de cómo hacerlo, y tercero hallarse dentro de un continente como América del Sur donde los países, además de experimentar una histórica inestabilidad política, no han logrado acercamiento que permitan conformar un bloque homogéneo en materia económica y comercial, habiendo sido un intento el Mercosur, hoy prácticamente inexistente.

La falta de desarrollo industrial y tecnológico pone a Argentina muy lejos de la competencia en materia de exportaciones, ya que el comercio exterior a nivel internacional ha desplazado a las materias primas por el valor agregado que resulta de su industrialización, sumando a las innovaciones tecnológicas, para nada desarrollada en este país.

Su inserción en los mercados es tan limitada, que solo cuenta con Brasil como socio comercial.

Además, no existe políticamente una alternancia que asegure la continuidad, pues tiene gobiernos que apuestan a la integración con países de la región y otros que no les interesa, como ocurrió durante la presidencia de Macri con respecto al Mercosur, que en coincidencia con la de Bolsonaro en Brasil y Lacalle Pou en Uruguay terminaron debilitándolo totalmente.

Hoy los intentos por reflotarlo son más una expresión de deseos que una promisoria posibilidad. Argentina primero debe resolver los graves problemas internos en su economía y reforzar el intercambio comercial con Brasil, como única factibilidad de despegue, todo ello sin perjuicio de ir en búsqueda de nuevos mercados para la colocación de sus exportaciones.

Una buena decisión, que ya la tomó Brasil, es incorporarse al BRICS, es decir al bloque Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, pues es una alternativa frente a los mercados tradicionales de occidente de difícil acceso debido a sus políticas proteccionistas.

Otra cuestión a dejar de lado por parte de los gobiernos en este país, es el principio político ideológico por el pragmatismo comercial que hoy se adopta en el mundo, siendo un ejemplo China que teniendo políticamente un régimen comunista hace negocios y comercializa con cualquier país, con el solo y único interés de obtener beneficios económicos a través del intercambio.

En tal sentido, lo hace con Japón a pesar de su histórica enemistad; con Rusia no obstante su distanciamiento durante la época en que predominaba el maoísmo, y así varios otros ejemplos que hoy existen entre naciones antes en conflicto.

El alineamiento ideológico predominante en la época bipolar de la guerra fría terminó en la década de los 90 durante el siglo XX, en que comenzó la etapa donde todos comercian con todos, teniendo solamente en mira el interés y la conveniencia. La prioridad hoy es el desarrollo económico.

El tema es si resulta oportuno y eficaz formar parte de un bloque económico como sigue siendo la tendencia a nivel internacional.

En favor, evita el aislamiento y permite negociar en base a una relación de fuerza; en contra, obliga a ceder algo de soberanía política en cuanto a las decisiones que se deben tomar en conjunto y por consenso.

No hay que confundirse. “Una cosa es insertarse en el mundo a través de una economía soberana en busca de mercados y de divisas, y otras muy distinta es abrir la economía al mundo para permitir el ingreso de inversiones especulativas”. Digo esto, porque para algunos políticos es lo mismo.

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