En la madrugada del 2 de abril de 1982, tropas argentinas que integraban el Operativo Rosario, recuperaban por la fuerza nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias, Sándwich e Islas del Atlántico Sur al tomar el control de Puerto Argentino (Puerto Stanley), capital del archipiélago.
Así comenzaba la llamada «Guerra de Malvinas» que finalizó 74 días después, el 14 de junio cuando las tropas argentinas finalmente se rindieron.
La Guerra de Malvinas es una historia plagada de desventuras personales, errores políticos, ignorancia diplomática e improvisación militar. Sin embargo, la sumatoria de errores y horrores no logran empañar la entrega, abnegación y el valor de quienes entregaron con sacrificio sus vidas defendiendo la soberanía territorial argentina.
Un reconocimiento al honor perdura por sobre las circunstancias y la temporalidad de la Gesta.
El hecho histórico del 2 de abril había comenzado en las últimas horas del día anterior, cuando alrededor de 60 hombres de la Agrupación Buzos Tácticos desembarcaban en Puerto Enriqueta, al sur de la Bahía de la Anunciación. El segundo gran desembarco se concretó ese viernes 2 de abril cerca del faro San Felipe.
Cuando las tropas argentinas llegaron al Aeropuerto encontraron la pista cubierta de vehículos, maderas, hierros y grandes trozos de turba, lo cual era indicativo de que se aguardaba de alguna manera una ofensiva militar argentina. Allí, en el Aeropuerto, tuvo lugar el primer enfrentamiento armado con un grupo de marines, quienes fueron rápidamente disuadidos. Aproximadamente a las 8.45 hs. hubo un fuerte enfrentamiento en la casa del gobernador de las Islas, en donde caía muerto el Capitán de Corbeta argentino Edgardo Giachino y consultaban heridos de gravedad el Tte. de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Segundo Ernesto Urbina. El gobernador Rex Hunt finalmente se rindió, la recuperación de las Islas sin provocar bajas para los británicos había sido casi una condición que se habían autoimpuesto los militares argentinos.
Comenzaba así uno de los más tristes capítulos de la Historia Argentina, donde los errores de los militares argentinos, que no creyeron nunca en la posibilidad de reacción militar de Gran Bretaña, llevarían al desenlace 74 días después al producirse la rendición el 14 de junio de 1982.
Gloria y honor para los soldados argentinos que ofrendaron su vida por nuestras Islas Malvinas, y el reconocimiento permanente para todos aquellos que supieron defender con valentía la integridad de nuestro territorio.