El Gobierno nacional toma distancia de la tensión abierta en el PRO, que discute puertas adentro el rol que deberían ocupar frente a la administración libertaria, y ensaya una nueva propuesta: consolidar un interbloque legislativo, aunque aclaran que “no es una necesidad, es un deseo”.
En Casa Rosada minimizan los últimos pasos del expresidente Mauricio Macri y consideran que la tensión abierta entre Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich -más alineada al presidente Javier Milei- solo beneficia a La Libertad Avanza (LLA) que se consolida en pleno armado y en la conquista del sello legal.
Plagados de optimismo, los libertarios aseguran que no necesitan de nadie por lo que, ante los dardos de un sector de los últimos aliados, no habrá respuesta. Para algunos, “el PRO no le marca agenda a nadie” y de mantenerse en ese rol, paulatinamente el espacio dejará de existir.
Ante esa panorama, la posibilidad de sumar a todos los “del centro a la derecha” que se quieran sumar a las filas libertarias está abierta.
“Vamos a ir profundizando la relación con el PRO y Mauricio (Macri) se va a seguir equivocando”, vaticinan desde el círculo rojo de Milei luego de que el exPresidente se opusiera de forma tajante a la fusión entre el PRO y LLA. Hay quienes creen que quedó disconforme luego de que desde el 10 de diciembre, sus aspiraciones desentonaran con las ideas que el propio Milei tenía para el espacio aliado.