Hace 208 años las Provincias Unidas del Río de la Plata declaraban la ansiada independencia en el Congreso de Tucumán, en el marco de en un proceso general en el que los criollos eran ejemplo asumiendo un liderazgo en la región en la lucha contra los realistas, y habilitando al General San Martín en su empresa más ambiciosa, expulsar a los españoles de toda América latina.
Aquel 9 de julio de 1816 la Declaración de Independencia era sancionada “por aclamación plenísima de todos los representantes de las Provincias y Pueblos Unidos de la América del Sud”, como consta en la notificación entregada a las autoridades porteñas, sellándose así el rumbo de un camino de país que no tenía marcha atrás.
Luego del iniciado por la Revolución de Mayo en 1810 en el Congreso en Tucumán se proclamaba la existencia de una nación libre e independiente de la Corona Española, inaugurando el largo proceso de unificación nacional.
Del glorioso Congreso de Tucumán participaron Diputados de catorce Provincias, ya que varios territorios que habían pertenecido al Virreinato del Río de la Plata no pudieron hacer llegar sus representantes, algunos por haber recaído ante huestes realistas, otros por estar acometidos por la invasión luso brasileña. Estuvieron ausentes algunas provincias del norte y las litorales Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental, ésta bajo la influencia de Artigas.
El Congreso se inició con la presencia de 33 diputados, y la votación finalmente se concretó el 9 de julio. El Acta de Declaración de la Independencia fue leída por el Diputado Juan José Paso, siendo el Dr. Francisco Narciso Laprida, representante de San Juan, quien presidía el Congreso.
La Provincia de Buenos Aires tuvo Siete Diputados, que fueron Tomas Manuel Anchorena, José Darragueira, Esteban Gascón, Pedro Medrano, Juan José Paso, Antonio Sáenz y Fray Cayetano Rodríguez.
Ningún país reconoció en ese momento la independencia nacional. Las discusiones posteriores giraron en torno de la forma de gobierno que debía adoptarse para el nuevo Estado.