La Cámara de Diputados aprobó ayer el Régimen Provincial de Inversiones Estratégicas, una suerte de RIGI pero con incentivos y reglas diferentes al que impulsó a nivel nacional el gobierno de Javier Milei.
Axel Kicillof, que rechazaba el esquema de incentivos del régimen nacional envió a la Legislatura uno propio, de aliento a las grandes inversiones y pidió a la oposición que lo acompañara.
El Régimen que ahora se aprobó en Diputados, con apoyo de los representantes de Unión por la Patria y del bloque Unión Renovación y Fe (libertarios disidentes, de fuertes vínculos con el massismo), elaborado por un equipo comandado por el ministro de Producción de la Provincia, Augusto Costa, plantea la mirada de Kicillof sobre cómo deben incentivarse las grandes inversiones, con menos beneficios fiscales y una atención más intensa a la creación de cadena de valor asociadas.
En lo esencial el régimen contempla:
– A los sectores de la industria manufacturera, servicios (tales como turismo, logística y otros), las inversiones intensivas en recursos naturales y proyectos estratégicos.
– Los proyectos elegibles son aquellos que contemplen una planta nueva o ampliación de instalaciones existentes.
– El plazo para presentar proyectos es de 2 años a partir de la entrada en vigencia de la ley y se pueden abrir futuras convocatorias.
– Como se explicó más arriba, los proyectos se segmentan en tres grupos de acuerdo al monto de la inversión en cuanto a los beneficios iniciales:
– Hasta US$ 50 millones (M), beneficios por 5 años y 30% de exención impositiva.
– Entre US$ 50 M y US$ 200 M, beneficios por 4 años y 25% de exención impositiva.
– Mayores a US$ 200 M, 3 años y 20% de exención.
– Se pueden acumular beneficios adicionales en base al cumplimiento de determinadas condiciones (innovación tecnológica, incremento exportaciones, localización). Los beneficios no podrán superar los 15 años.
Los proyectos de inversión mayores a US$ 50 millones deberán presentar un programa de desarrollo de proveedores. (DIB)