Una serie de denuncias recientes e indicios en distintas obras llevadas a cabo por el gobierno de Camilo Etchevarren conducen a la fuerte presunción de que hubo hechos de corrupción con la Obra Pública durante esa gestión.
La apertura de la información que las nuevas autoridades hicieron de documentación que antes se negaba u ocultaba comienzan a desnudar nuevos hechos, a visibilizar situaciones con el uso del dinero público que irían mucho más allá de las simples sospechas.
Lo sucedido con la Chacra 82 que la Administración del ex Intendente adquirió en 2012 es por demás llamativo, ya que su compra según la Ordenanza 6.464 era para “la construcción y realización de actividades complementarias del Parque Termal” (construcción de un Parque Acuático), aunque sin embargo en 2022 y vaya a saber por qué se lo cambió por el de “construcción de viviendas”.
Lo cierto es que se puede verificar con el Expediente 4032-75.401, que pasados más de cuatro años desde la compra en aquel 2012, recién en marzo de 2017 surgía en Etchevarren la decisión de comenzar a dar forma al Parque Acuático que sostenía integraría su Proyecto de Parque Termal.
Según del citado Expediente, el 10 de marzo de 2017 el Intendente Etchevarren dictó el Decreto nº 306 disponiendo la “contratación directa” de una empresa para realizar movimiento de suelo y nivelación en predio para desarrollo turístico Parque Acuático, con un presupuesto oficial de pesos 217.800 y “en un todo de acuerdo a lo fundamentado y lo informado por las áreas intervinientes”.
En dicho Expediente se consigna en el “Contrato de Ejecución de Obra”, firmado el 21 de marzo de 2017 y aprobado por Decreto 342, que el contratista debía “realizar movimiento de suelo y nivelación en el predio municipal designado (…) sobre una superficie aproximada de 8.000 m2. del total del terreno”.
A los fines de puntualizar en qué lugar se hizo ese movimiento de suelo, es de señalar que el predio tiene 14 hectáreas, una parte central son las 8 hectáreas que refiere la obra adjudicada (la más alta), existiendo una más baja y también una hectárea que aparece con una titularidad distinta al Municipio.
La obra se realizó según el Expediente, el contratista cobró según se consigna, sin embargo, no hubo novedades -al menos públicas- por los siguientes cinco años sobre qué pasaba con ese terreno y el Parque Acuático, ya que recién en marzo de 2022 por iniciativa del mismo Etchevarren el Concejo Deliberante incorporaba la Chacra 82 a la zona “Residencial Extraurbana denominada Parque Recreativo Dolores”. Y tan solo dos meses después, por Ordenanza 7471 se desafectaba la chacra de su destino original y se la incorporó a “la Zona Semiurbanizada U3 con destino a la construcción de viviendas…”.
Y a partir de aquí en el marco del Expediente 4032-81.821 es donde surgen los Decretos del entonces Jefe Comunal disponiendo nuevamente movimientos de suelos en la Chacra 82, de los cuales surgen fuertes sospechas por las desprolijidades o llamativas situaciones que tiene el proyecto y su ejecución.
El primero de ellos es el Decreto 880 del 4 de julio de 2022 llamando a la Licitación Privada Nº 13/2022, para la “Contratación de mano de obra y maquinaria para la realización de movimiento de suelo en Chacra 82 con un Presupuesto Oficial de $ 7.500.000”, al que siguió el Decreto nº 1.001 adjudicando la obra a un contratista de Dolores por $. 7.499.000, (solo un peso menos que el presupuesto oficial), y el Decreto nº 1.018 por el que se aprobó el Contrato de Obra.
Precisamente en este Contrato de Obra se especifica que es para la “nivelación para preparar el suelo para armado de bases para la construcción de viviendas en el predio de 8 has.” y con “un volumen a mover de 6.000 m3”.
Y respecto de la Licitación Privada que se realizó, cabe consignar que el expediente muestra que a nadie le importó controlar la documentación que presentaron los oferentes, quizás porque lo estaba haciendo el “caballo del comisario” (como se llama en el lenguaje popular al acomodado).
Fueron dos las empresas que cotizaron, una de ellas (la misma que en 2017) con la oferta ganadora, la otra con domicilio legal en La Plata pero con uno por demás llamativo constituido en nuestra ciudad, ya que tanto en el documento que firmó el oferente como en el Acta de Apertura de la Licitación Privada aparece fijado en Dolores en “calle Catamarca nº 1580”, una dirección claramente inexistente ya que esta arteria termina en Marconi, después del 500 no hay domicilios, está la Ruta 63.
Pero además hay flagrantes irregularidades en ambos oferentes en el cumplimiento del Pliego de la Licitación, precisamente respecto de la “garantía de mantenimiento de la oferta”.
En el art. 10º del Pliego se indica que la garantía puede ser entre otras, con “Dinero en efectivo; giro o cheque cruzado librado por el oferente o quien tenga uso de la razón social”; “Fianza o aval bancario”; “Pagaré a la vista suscripto por quienes tengan uso de la razón social o actúen con poderes suficientes, “debidamente repuesto con el sellado de ley”.
Pues bien, el ganador presentó un cheque claramente inválido, ya que en el lugar donde debía consignar en letras el importe dice “garantía de obra”, mientras que el perdedor lo hizo con un documento que no tiene el sellado de ley que imponía el Pliego de la Licitación.
Pero estas irregularidades o llamativos detalles no son solo se dan en este último Expediente, en los dos señalados surgen los inimaginables, en ambos solo existen firmas completas del contratista que realizó las obras en el contrato de la primera y en los cheques de garantías, ya que las innumerables medias firmas que hay en las distintas fojas de la documentación incorporada las allí existentes no se parecen en nada, se podría decir que son totalmente distintas, algunas con trazos muy similares a la de alguno de los funcionarios intervinientes, corroboraciones sobre sus autenticidades que solo podría realizar un Perito Calígrafo.
Respecto del terreno y el destino que daría la Gestión al mismo, en mayo de 2023 Etchevarren anunciaba un nuevo Barrio, el “Libres del Sur”, del que documentalmente nada se sabía, tampoco había precisiones sobre su desarrollo, ya que el día del anuncio el Jefe Comunal solo decía: “con la empresa EDEA ya hablamos para que lleven la energía al barrio, las redes de agua y cloacas, llevarán más tiempo conectarlas”.
Sin embargo, sin estar el loteo legalmente realizado, sin que existiera documentación alguna de un Proyecto de Viviendas en el que al menos hubiera intervenido el Concejo Deliberante, en dos oportunidades Etchevarren entregó terrenos a vecinos, en una de ellas una semana antes de dejar el gobierno, un claro mensaje populista.
Las nuevas autoridades tuvieron la necesidad de desnudar la triste realidad, comunicarles a esos “beneficiados” que las viviendas no se construirían en ese lugar, abocándose con ellos y con otros beneficiarios de supuestos “Planes de Vivienda” a encaminar lo que hasta entonces fueron falsas promesas.
En fin, una obra más de las tantas que por sus irregularidades caracterizaron la Gestión del ex Intendente, solo cabe preguntarse si alguien avanzará para conocer en profundidad lo que realmente ocurrió.