El dueño de un taller de chapa y pintura de nuestra ciudad fue condenado en el marco de una causa contravencional, al ser hallado responsable de producir los ruidos molestos que afectaban a los vecinos tal como había sido denunciado.
Esta causa se había iniciado el pasado mes de febrero con la denuncia de un vecino, en la que se explicitaba de la existencia de un taller mecánico de chapa y pintura, que si bien tenía un galpón su dueño trabajaba a la intemperie, precisamente en un terreno de la propiedad que estaba en la parte trasera. Que producto de su tarea en ese espacio abierto se producían ruidos molestos producto de martillazos y otras actividades relacionadas con su actividad.
El denunciante manifestaba que eran varios los vecinos afectados por esos ruidos molestos, haciendo además hincapié que entre los vehículos allí depositados había abundante basura y por ello presencia de muchas ratas, lo que producía preocupación para la salud de la familia por las enfermedades que podían transmitir.
Iniciada las actuaciones otros vecinos ratificaron la existencia de ruidos molestos, mientras que la policía lo pudo constatar durante una inspección realizada y en la que se indicó que se percibían desde la calle.
El Juez para resolver consideró la denuncia formulada, las testimoniales obtenidas, la inspección realizada, fotografías, el informe de la Dirección de Rentas del Municipio respecto que en esa propiedad funciona un taller mecánico de chapa y pintura que estaba habilitado. Que de los testimonios y la inspección surgían los horarios en que se escuchaban esos ruidos molestos y que alteraban la tranquilidad en las horas de descanso de las familias, precisando, que si bien estos no generaban “al oído de todos un mismo ruido”, el hecho de que no solo fuera el denunciante quien se sentía alterado en su tranquilidad, sino que había otros vecinos que lo sufrían en horarios de descanso, le permitía apartarse de esa lógica individualista y sostener que los ruidos producidos en ese taller estaban alterando la tranquilidad del vecindario y resultan ser molestos para la población.
Respecto de la basura en el terreno y la presencia de roedores, para el Magistrado no había sido constatada esa circunstancia, no pudiendo acreditarse por ello el actuar que la figura contravencional requería, debiendo ser en todo caso el Municipio quien debía proceder a una inspección de seguridad e higiene.
Por ello el Juez Dr. Jorge Martínez Mollard, teniendo por acreditado que el accionar del infractor afectaba la tranquilidad de la población al provocar ruidos molestos, resolvió declararlo responsable y condenarlo a abonar en concepto de MULTA la suma equivalente al 20% del haber mensual del Agente de Policía del Agrupamiento Comando de la Policía de la Pcia. de Buenos Aires, también al pago de las costas del prceso, absolviéndolo respecto de lo denunciado por basura y roedores.