Conformado hace casi una década, este Centro Barrial detecta los problemas reales de gente del barrio y barrios vecinos, y ofrece soluciones articulando con las Instituciones y movilizando las fuerzas de la comunidad. Charlamos con Jonathan Romagnoli, uno de los fundadores del lugar.
“Defendemos los principios de la comunidad organizada, la comunidad es sabia y con su ayuda y la creatividad de cada persona, hace posible resolver los problemas sociales que ocurren hoy en día. Hay que apostar y confiar en la comunidad porque es la que sabe cómo salir de este embrollo, por encima de las opiniones, las ideologías o la disputa de si es el Estado o el mercado liberal”.
¿Cuándo y cómo nació El Hornero?
A partir del año 2015, lo iniciamos un grupo de amigos que militábamos en distintas Agrupaciones Políticas que teníamos la necesidad de trabajar problemáticas en concreto en el Barrio. Hoy sigue estando en el lugar original, esquina de Chascomús y Pieres. Durante la Pandemia no pudimos continuar con las actividades habituales, pero eso no significó que nuestros teléfonos estuvieran cerrados en ese tiempo. Al contrario, seguimos teniendo relación con el barrio y los vecinos, estábamos presentes ante cualquier problema para ayudarlos, siempre apuntando al desarrollo humano de la persona.
Excede claramente las funciones de un simple Merendero.
Exactamente, somos un Centro Barrial, no un Merendero. En el Merendero los niños, los adultos, toman la comida, la merienda, y se van. El Centro Barrial tiene otras funciones además, El Hornero ha salido de testigo en situaciones de violencia de género, yendo a donde la Justicia nos citaba. Hemos integrado a los pibes del Barrio con el Club del barrio que es el Club Dolores, que antes no tenía Inferiores y la armamos con los chicos del barrio. Estuvimos en Pandemia con la olla popular, entregando entre 200 y 300 viandas solidarias al día. También con la Peña de San Lorenzo que venían, ayudaban, cocinaban. Así se llegó en Pandemia a muchísimas familias. Lo mismo ocurrió con la olla popular que hicimos durante el invierno.
¿Cómo fue eso?
Era algo que a la Directora de la Escuela N° 5 le preocupaba, ¿qué iban a comer los chicos cuando regresen a sus casas en Vacaciones de Invierno? Y El Hornero hizo viandas diarias para cincuenta personas. Siempre estamos y vamos a estar en el hecho concreto, en la realidad. No somos la ideología. Dialogamos y articulamos con la Escuela 5, con el Club Dolores, ellos tienen su mirada, nosotros la nuestra, y se actúa.
¿Viene gente de barrios más alejados?
Sí, hay casos que vienen desde el Barrio de la Estación, o del Barrio nuevo que está detrás del predio de la Sociedad Rural, del sector donde están Los Pampas, del Autoconstrucción. Siempre vienen con un amigo, o por recomendación de otra persona. Pero la verdad que abarcamos muchos Barrios la verdad.
¿De qué manera detectaron que hacía falta Apoyo Escolar?
Cuando fuimos a la Escuela 5 e hicimos la olla popular, Directivos y Docentes nos marcaron que los chicos tienen problemas de lectoescritura, de primero a tercer grado no sabían leer bien y comprender textos. Nos pusimos a trabajar. En primer lugar nos faltaba un baño para que vinieran acá los chicos para Apoyo Escolar. Lo comunicamos y de la comunidad a través de transferencia, muchos pusieron fondos, dinero, un inodoro, azulejos, y pudimos construirlo al baño. Precisábamos Docentes. Pusimos por nuestras redes sociales la solicitud desde El Hornero y hubo 12 docentes de Primaria que se ofrecieron para dar clases, además de algunas mamás. Era tanta cantidad que pudimos brindar apoyo en distintos horarios, hoy hay 15 chicos en Apoyo Escolar.
¿Hay casos especiales también?
Había chicos con problemas de aprendizaje, que necesitaban trabajar con un psicopedagogo. También conseguimos a través de las redes sociales un psicopedagogo, que la verdad las consultas hoy no son baratas, y garantizarle a dos chicos que aprendan a leer y las tareas a través de un profesional.
¿Qué función es la de ustedes?
Comunicamos la realidad nosotros, y de acuerdo a las posibilidades y ritmo de la comunidad, todo el mundo colabora y pone un poquito. El que viene a tomar unos mates, el que viene a limpiar, los que nos donan galletitas como hicieron los chicos del ciclismo rural, o el desfile de moda que ofrecieron en Cultura alumnos del Instituto 26, con un alimento para El Hornero como entrada. Toda la comunidad trabajó para que esos chicos hoy tengan apoyo escolar. Y pasaron de grado. La comunidad ayudó a eso, y era tan la cantidad de docentes que ofrecimos algunos para el Merendero Caacupé, para que ellos también brinden apoyo escolar a unos 16 chicos.
¿Y cómo se logró?
Con la ayuda de la comunidad, marcando una actividad completa, hoy hay más de 30 chicos en Dolores alfabetizándose. En medio de una realidad con índices que indican que de cada dos chicos uno no sabe leer. El mensaje que queremos dar con El Hornero es que, más allá de la discusión que hay entre el libremercado y el Estado, la comunidad es la que responde cuando se le marca una realidad efectiva, un hecho concreto. Y todo el mundo se junta en su tiempo, en su armonía, a solucionar ese conflicto. En este caso fue que los pibes necesitaban apoyo escolar y no podían pagarlo.
¿Ediliciamente qué necesitan?
Tenemos problemas con el techo, que es lo que más nos preocupa. Hay que cambiarlo, es una casa precaria que con mucho amor y ayuda de los vecinos, amigos y la comunidad, existe. Pero la realidad es que al techo hay que cambiarlo para que no se llueva. Eso es lo principal.
¿Hay algo programado para cierre del año escolar?
Para el festejo de que los chicos terminaron la Escuela y pasaron de año, el Salón de Fiestas “Despelote”, de calle Sarmiento, nos ofreció sus instalaciones en forma totalmente gratuita para que los chicos vayan a festejar que pasaron de año. Con una merienda y demás, organizado por ellos. A todo lo ha hecho la comunidad. Lo nuestro es mostrar la realidad, y la gente viene, a donar mobiliario, a pintar, a traer comida, a ofrecerse para dar clase. La Asociación Judicial Bonaerense también nos donó útiles escolares. Lo único que te salva es la comunidad y en El Hornero organizamos esa comunidad, hablando con la escuela, con el club. La salida de la situación a los problemas sociales que existen está en la comunidad.
¿De qué forma los contactan?
Puedan contactarnos a El Hornero en Facebook o en Instagram, o acercándose acá directamente, o mensajeándonos a nosotros.