Un día en el corazón del festival antes de que explote la música
El Cosquín Rock no se vive solo el fin de semana del festival. Mucho antes de que el primer acorde haga temblar las sierras, hay un universo oculto de pruebas de sonido, ajustes técnicos y un ir y venir constante de músicos y productores. Este año, un grupo de privilegiados pudo ser testigo de ese detrás de escena gracias a dos cursos organizados por el Instituto de Cultura Contemporánea (ICC).
Los participantes de los talleres de Fotografía en Festivales y Producción de Espectáculos Masivos tuvieron acceso exclusivo al armado del festival un día antes del arranque.
Cámaras en mano y anotadores listos, recorrieron el predio mientras los escenarios cobraban vida y las bandas probaban sonido. “No hay mejor forma de aprender que estando en el campo de batalla”, comentó uno de los estudiantes, con los ojos brillantes después de ver la prueba de sonido de Los Piojos, la banda que marcará uno de los regresos más esperados del festival.
LA PRUEBA DE SONIDO QUE HIZO TEMBLAR COSQUÍN
Si el rock argentino tuviera un calendario religioso, hoy sería feriado. Después de más de una década, Los Piojos volvieron al Cosquín Rock y su prueba de sonido fue el verdadero primer show del festival. El riff de “Tan Solo” atravesó el predio vacío y por un momento fue como si el tiempo se hubiera doblado sobre sí mismo. Los que estaban ahí se miraron, incrédulos sin poder dimensionar la magia piojosa.
Pero eso fue solo el comienzo. Airbag apareció en escena con la actitud de quienes saben que están en su mejor momento. Afilaron detalles, ajustaron monitores y confirmaron lo que se venía rumoreando: “Anarquía en Buenos Aires” está en el setlist y va a explotar.
Pero no estuvieron solos. Por los distintos escenarios también pasaron:
- La Vela Puerca y No Te Va Gustar, con su arsenal de himnos listos para hacer cantar a miles.
- Skay, el guitarista místico, dejando destellos de su poder en cada acorde.
- Divididos, con la guitarra aplanadora de Ricardo Mollo, los platillos brillantes de Catriel Ciavarella y con el bajo de Diego Arnedo sonando como si la tierra se abriera en dos.
- Dillom y Wos, los nuevos profetas de la música argentina, demostrando que el rap y el rock ya no son enemigos, sino aliados.
“Este festival es como un motor gigante: cada pieza tiene que estar en su lugar para que arranque bien”, comentó un técnico de sonido mientras ajustaba una consola. Y es cierto. Lo que el público verá y escuchará durante dos días es el resultado de semanas de preparación y de jornadas intensas de pruebas y ajustes.
Ahora sí, todo está listo. El escenario está preparado, los artistas ya sintieron la vibración de las tablas y el Cosquín Rock 2025 está a punto de comenzar. Solo queda esperar a que la primera banda salga a escena… y que la música haga lo suyo.
Julieta García Martins – Instagram: @julietagarciaph