El celular del ex presidente de la Nación Alberto Fernández comenzó a ser peritado en la causa por violencia de género contra su ex pareja y ex primera dama Fabiola Yañez para acceder a las conversaciones entre ellos. Pero la defensa del ex presidente solicitó “la destrucción total” del contenido que la justicia obtenga del móvil. El planteo fue rechazado.
La abogada del ex presidente, Silvina Carreira, hizo referencia a que ese teléfono fue el que usó Fernández cuando estaba al frente de la Casa Rosada y que se debía respetar el derecho a la intimidad y privacidad de las personas. En esa línea, lo que pidió en tribunales es que una vez que se extraiga el contenido del celular -y de una tablet que le fueron secuestrados al ex jefe de Estado- esa copia sea eliminada para que no quede en manos de nadie y que así no haya riesgos de filtración o de que se puedan ver otros mensajes que no sean los que se necesiten para la causa.
“Los datos almacenados en los dispositivos en cuestión son propiedad de mi asistido, tanto aquellos que resulten eventualmente relevantes para al presente proceso como los que no, por lo cual entiendo no existe obstáculo alguno para proveer en consonancia con lo solicitado”, planteó la defensa.
Tanto el fiscal federal Ramiro González como el juez federal Julián Ercolini rechazaron el pedido. “Ello implica la pérdida de la base informativa de la cual se obtuvo dicha prueba, evitando toda trazabilidad de los documentos digitales originales”, explicó el magistrado en su resolución de este lunes a la que accedió Infobae para no aceptar la destrucción del contenido de los dispositivos tecnológicos.
Los aparatos tecnológicos del ex presidente fueron secuestrados el 9 de agosto del año pasado de su departamento del complejo River View, en Puerto Madero. Desde entonces estuvieron guardados en una caja fuerte en la Fiscalía Federal de González. La posibilidad de que el celular sea abierto siempre generó tensión en la política: es el celular de un ex presidente con contenido sensible y conversaciones de voltaje político.