El gobernador Axel Kicillof reclamó ayer “seriedad” en la discusión por el emplazamiento de la planta de GNL en Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, y le respondió al presidente de YPF, Horacio Marín, quien condicionó esa inversión a que el mandatario manifieste su adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
“A veces parece que el funcionario y el Gobierno de turno toman decisiones como si no hubiese una historia anterior, planes y una historia de planificación del Estado, en este caso, virtuosa”, comenzó Kicillof. El gobernador encabezó la conferencia de prensa de los lunes y aprovechó para responderle a la administración de Javier Milei. “El juego de la politiquería tiene que estar por fuera de una decisión de esta importancia”, sentenció.
En ese sentido, se preguntó “por qué, para qué y en beneficio de quién” el gobierno de Javier Milei quiere cambiar los términos del acuerdo, que ya había sido anunciado en 2021 por el Frente de Todos. Y reclamó “seriedad, trabajo técnico y discusión”.
“Si hay una discusión sobre la locación del proyecto debería tener motivos técnicos y no que esté determinado por la afinidad con una provincia o un gobernador. No estamos compitiendo, estamos posibilitando que se lleve adelante una inversión”, sostuvo.
Así, recordó que se viene trabajando en el plan de inversión de la planta de GNL desde hace más de 10 años, y que existe un acuerdo con la empresa malaya Petronas, producto de una larga negociación. “Está la posibilidad de exportar gas licuado, a partir de diferentes planes productivos tras la recuperación de YPF en 2012”, explicó Kicillof. Y habló de exportaciones estimadas entre 20 a 25 mil millones de dólares anuales.
El mandatario bonaerense rompió el silencio luego de las declaraciones del titular de YPF quien condicionó el emplazamiento de la planta de GNL en Bahía Blanca a que Kicillof se manifieste a favor del RIGI. En caso contrario, dijo, el proyecto podría moverse a Punta Colorada, en Río Negro. (DIB)

