En la tarde del viernes en el “Manzi Café” del Club Ever Ready, se realizó la presentación del proyecto “Natural Hemp” sobre la producción de cannabis en Dolores. La misma fue bajo el título de “Nuevo paradigma y posibilidades agroindustriales – Enfoques a partir de la nueva Ley de Producción de Cannabis 27.669”, y contó con la presencia de especialistas en la materia, el Abogado Martín Garmendia, Ramiro Gopar especialista en el tema y la Contadora María Eugenia Gherbi representante del proyecto; el Intendente Camilo Etchevarren, el Secretario de Producción Nicolás Andrada, y público en general.
En el comienzo de la Charla el Abogado Martín Garmendia se refirió al marco legal, y como ha ido cambiando hasta la actualidad: “Soy abogado, formo parte de dos Asociaciones Civiles, una enfocada sobre todo en los Derechos Humanos, y a su vez otra sobre cannabis medicinal en la ciudad de Bahía Blanca, que tiene más de 800 socios que cada mes acuden a buscar su medicina. Llevamos tres años ayudando a las personas, porque hasta entonces no había legislación que los apoye, pero por suerte pudimos acceder a una legislación seria con el cannabis”.
Dijo también, que “las bases normativas comienzan concretamente en 2017 con la Ley 27.250, que posibilitó que se puedan llevar a cabo diferentes proyectos de investigación médica, y eso abrió el camino para que muchos proyectos de investigación puedan presentarse, ya que estaban estancados. Se posibilitó que muchas organizaciones de la sociedad civil puedan empezar a trabajar en cannabis, y a su vez empezaron a acercarse a la Argentina diferentes empresas con intenciones claras de llevar adelante un emprendimiento”. Y que, al día de hoy “hay 14 o 15 provincias que llevan adelante proyectos de investigación, y hay más de 30 proyectos aprobados por el Ministerio de Salud, con diferentes temáticas. Hoy en Argentina existen unas 300 empresas queriéndose dedicar a la producción del cannabis medicinal”.
También señaló:
(…) A partir de 2017 se comenzaron a formar Asociaciones Civiles que empezaron a luchar por un reconocimiento un poco más amplio. En 2020 se modificó la reglamentación de la ley, y se amplió la cantidad de patologías que pueden ser tratadas con cannabis, y al día de hoy cualquier patología que tenga una prescripción médica, puede ser tratada de esta forma. Con esta nueva reglamentación fue posible que una persona pueda realizar el cultivo, o que pueda hacerlo un tercero si esa persona no lo puede llevar a cabo, ya que muchas veces hay impedimentos mecánicos para realizarlo, y necesitan de un tercero que pueda cultivarles la planta y de esa manera obtener su medicina. También se posibilitó que estas ONG’s puedan cultivar por estas personas, aunque todavía no está del todo listo para que se pueda cumplir, pero en uno o dos meses lo va a estar.
(…) En marzo de 2021 se estableció que aquellas personas que tengan una patología, pueden realizar el cultivo, y estableció los parámetros de cómo debe ser. Aquellas personas que tengan prescripción médica, tengan aprobados por registros de cannabis la posibilidad de llevar adelante el cultivo, pueden hacerlo, teniendo algunas plantas florecidas en el interior de 6 m2, o en exterior en 15 m2.
(…) Estamos ante un cambio de paradigma, el gobierno ha mandado varias directrices en virtud de favorecer esta producción, y hoy contamos con montón de empresas instalándose o instaladas en Argentina, generando trabajo. (…) Hay evidencia de sobra de que el cannabis es un recurso terapéutico que ayuda muchísimo. Si bien se utiliza para terapias complementarias, no quiere decir que por sí solo cura diferentes patologías, sumamente ayuda a otro tipo de terapias, y hay muchísima evidencia científica de que hace muy bien a muchas personas”.
Ramiro Gopar manifestó estar “inscripto como productor y fitomejorador de cannabis”, indicando que venía “de trabajar junto al equipo en una empresa de capital español abocada a la producción de semillas de cannabis. Me tocó desempeñarme en selección, desarrollo y producción en dicha empresa. Además, participamos en equipos asesores de empresas que se dedicaban principalmente al cultivo para exportación a la Unión Europea”. Puntualizando, “decidimos volver a Argentina como asesores de cultivo para ser participes de una industria que está naciendo, que es muy importante para las economías regionales, que genera muchísimo trabajo, y que, a diferencia de Uruguay, Argentina tiene dos ventajas. La primera es una ley medicinal que permite un mercado interno, y la segunda es una cuestión de costos que nos posiciona favorablemente en la exportación. Cuando me acerque a los chicos tenían otra idea, se fue conformando después lo que es hoy, y ya se está conformando la primer camada, es un hecho. En esta primera etapa vamos a dedicarnos a la selección de variedades y adaptación de las mismas al medio local, variedades principalmente no psicoactivas”.
También resaltó, que “la industria genera muchísimo empleo, es muy amigable para economías regionales y pueblos pequeños como Dolores. Se adapta a todas las regiones del país. Estamos ante la oportunidad de convertirnos en una potencia y ayudar a una industria que esta creciendo”.
Por su parte María Eugenia Gherbi señaló: “Este es un proyecto que estamos encarando donde trabaja un montón de gente además de nosotros, los chicos en el campo, un equipo muy grande que se ha conformado. Es un proyecto de investigación y desarrollo de una semilla de cannabis con THC no detectable, como explico Ramiro (Gopar), es decir no psicoactiva. Y es importante porque es el primer proyecto de esta magnitud en la zona. Para nosotros es todo nuevo, estamos aprendiendo, nos han enseñado un montón. Y esto genera empleo, es novedoso, y hay mucho por hacer, tiene un montón de aristas para explorar. La idea es obtener una semilla registrada, que cumpla con todos los controles del Estado, para todos aquellos que tengan un proyecto de agricultura y quieran acceder a una semilla controlada, que ya empieza a formar parte de nuestra economía y producción”.