“El mes pasado estuve en uno de los lugares que más amo, que más me gusta y que me sigue generando lo mismo y cada vez más cosas: Egipto. Para mí Egipto es eterno, es el misterio, es la hermosura, es lo que te impresiona. Nunca me voy a cansar de mirar las maravillas que veo allá porque siempre me dejan cosas nuevas. Es la tercera vez que voy, y esta vez fue con la finalidad de documentar datos de historia por un lado, de religiónm datos de costumbres relacionados al antiguo Egipto que no te muestra un tour. Fui en busca de esos lugares, porque ahí es donde la historia está escrita en las piedras, sitios donde quería documentar datos que tuvieran que ver sobre todo con lo personal de cada uno de los Reyes, la relación de lo que le leemos de las tres religiones con respecto a la historia”.

¿En qué coinciden esas tres grandes religiones?

Las tres comparten lo que nosotros diríamos el Antiguo Testamento, incluso en los islámicos reconociendo a Jesús como un Profeta más de todos ellos hasta que llegara a Mahoma. Algo que en el Corán figura. También fui a documentar datos que tienen relación con los hebreos en relación a las historias desde Moisés y todo el resto de las historias del grupo hebreo, o sea, el Israel y los egipcios de entonces. Es una necesidad mía interna y un placer. Y también para poder mostrar con pruebas lo que pudo ser o no, o si fue en determinado lugar. No se discute fe, ni religión ni otra cosa. Se busca más documentación de que esto pasó o no pasó y eso es lo que fui a recabar.

¿Cómo evalúa al viaje de sus expectativas a lo que vio?

Sabía con lo que iba a encontrar, pero no me canso de verlo porque siempre me va a seguir impactando de la misma manera, porque es magnífico, majestuoso, es algo mágico. En un Museo podés contemplar la obra y la vida del artista pero no tocar; no podés estar en la cabeza y la historia de Miguel Ángel o Da Vinci. En Egipto estás dentro de la historia, caminando dentro de los templos donde únicamente estaban los Sacerdotes, donde podían entrar los Faraones, los de la familia real. Ninguno del pueblo vio nunca nada de eso adentro, porque estaba hecho para el Rey, el Faraón, que era un Dios vivo y para el resto de los Dioses era la comunicación entre el Dios vivo y los Dioses. Cuando lo ves ahí decís, “acá estuvieron parados Alejandro Magno, Ramsés II, Tutmosis Tutankamón, Akenatón, Nefertiti. Es la historia que conocemos y estás en ese lugar, lo podés tocar, tocar sus cosas. Sabés que esa persona tuvo que haber mirado cada vez que estaba parada en el lugar que estás parado vos para ver lo mismo porque se lo hacían para él y él supervisaba que pusieran sus escribas las cosas que él pedía. Realmente estás metido dentro de la historia y sos parte, 3 mil y pico de años después o 4 mil, de lo que pasó en ese lugar, dentro del lugar.

¿Qué zonas específicas o qué lugares específicos en este viaje recorrió?

Si bien los lugares fundamentales son siempre los mismos, el Nilo es la base de la vida de Egipto y siempre ha sido no solo el trayecto de vida, sino donde están los lugares principales. Uno recorre obviamente lo que actualmente es El Cairo en realidad, que tenía otro nombre, y que los griegos bautizaron Heliópolis (por donde sale el sol). El recorrido es la ciudad por donde sale el sol, luego Menfis, que sigue manteniendo el mismo nombre y fue una gran una de las grandes capitales de todo el Imperio, y de ahí vas a Luxor que en realidad era el Tebas antiguo. A este nombre también se lo pusieron los griegos, porque les pareció que se parecía a la ciudad “Tebas” de ellos. En Egipto Tebas es la ciudad donde están los templos principales. Del lado del lado de los vivos, o sea del Este, por donde sale el sol, están el templo de Luxor el templo de Karnak, etc.

¿Y en el lado donde el sol se pone?

Cruzando el Nilo del otro lado, estás en el lado de los muertos, dónde está el famoso Valle de los Reyes, donde estaban todas las tumbas reales y el Valle de las Reinas, el Valle de los Nobles, los grandes templos de Ramsés III y Ramsés II, los templos del millón de años se llaman cada uno de ellos. Y después si seguís navegando a través del Nilo llegas a lugares donde hay otros templos importantes ya con estilo greco romano hasta llegar a Aswan. Es el recorrido que se hace habitualmente por lo que fue el antiguo Egipto, y a 300 kilómetros de ahí están los famosos templos como el de Ramsés segundo, que vemos con las cuatro imágenes de 26 metros de Ramsés sentado adelante del, y el de Nefertari al lado.

Es un trayecto muy puntual, ¿se debe al curso del Nilo?

Uno lo puede ver en cualquier foto satelital que mire del Nilo y va a ver una línea verde de cada lado, que son las plantaciones, y a 2 km. hacia uno u otro lado se acabó, a partir de ahí todo es yermo. Todo y el río en el medio. El Nilo era la vida, un Dios, la base de todo el poderío que se tenía en ese momento y la posibilidad de cultivo que tenían. Imaginamos Palestina y esa zona, donde hay pocos ríos y muy pequeños, con un terreno casi todo desierto. Entonces no tenían ni el acceso ni la grandiosidad ni tampoco el poderío ni la producción que tenía el Nilo.

¿Cómo se vive recorrer el Nilo?

Te apoyás en la barandilla y así te quedas a la tarde mirando cómo va lento el crucero haciendo el recorrido del. Ves los campos como estaban hace 3000 años, 4000 años y decís, “estoy en la historia”. Ves las mujeres sacando agua con las poleas de palanca con piedras y el balde, como hace 3000 años vestidas con su ropa típica de pueblo árabe o islámico y los hombres con turbante, túnica, con una maderita pegándoles suavemente a las vacas para que avancen a tomar agua al Nilo.   Los chicos jugando alrededor del agua y vos decís “si hubiese venido hace 3000 años hubiese visto lo mismo”, las casas de adobe a los costados, el tipo de vegetación con palmeras distintas a las que acá conocemos, y en el fondo siempre lo amarillo de las montañas, que ya es el desierto.

¿Cómo sistematiza esta información?

La finalidad era documentarlo para poder mostrárselo a la gente por varios motivos. Primero porque sigo pensando algo: toda persona, sea cual sea, tiene una historia de vida y muchas veces esa historia de vida, cuando muere, se pierde, Y sea cual sea la persona, haga lo que haga, son datos interesantes que se pierden porque no se difunden. Hoy uno toma el celular o una computadora, pone Egipto y lo va a ver ahí, verá lo que le quieren mostrar. En cambio estar viviéndolo, oler el ambiente, tocarlo, estar dentro de la historia y contar cosas que no figuran en los libros, la mayoría de los libros que no sean totalmente especializados, son cosas a las que pocas veces se puede acceder. Entonces uno trata de mostrárselo a la gente, de darle la opción de que puedan ver cosas que no las van a ver en un libro común ni en una enciclopedia común.

¿A qué edad y qué fue lo primero que le llamó la atención de Egipto?

Tenía 8 o 9 años e iba al estudio de mi padre en La Plata, que estaba en mi propia casa pero separado. Allí había Enciclopedias en inglés que yo no conocía, y en español por supuesto. Pero me gustaba una inglesa que no era la británica que son 20 tomos, sino una con muchos dibujos. Durante la siesta tenía dos opciones en verano, “o te acostas conmigo y dormís un rato y no jodés, o lees o te vas a jugar, pero no haga ruido”. Entonces me iba a la Biblioteca, agarraba esos tomos que para mí eran una cosa gigante, me acostaba en la alfombra y empezaba a mirar los dibujitos. Siempre me fascinaban las pirámides de Egipto algo antiguo, eso me llamaba la atención y ahí empezó mi amor por ese tipo de cosas. Después quise ser Arqueólogo, quería ser Entomólogo, quería ser Paleontólogo, pero en esa época no teníamos muchas opciones si hacíamos algo de eso.

¿Fue solo a este último viaje?

La mayoría de mis viajes son solos, pero esta vez lo hice con mi mujer, que fue mi camarógrafo y lo hizo perfecto, así que documentó todo el viaje, lo que necesitamos para hacer las presentaciones y poder difundir a la gente lo que uno aprende.

¿Va a haber Charlas o Presentaciones?

Estuve hablando con la Secretaria de Cultura y fue muy receptiva así que trataremos de armar una Charla a través de Cultura. Charlas que muestran detalles o cosas inesperadas del Antiguo Egipto, de la vida, como cualquier ser humano, pero que son muy llamativas y tienen unos secretos que realmente atrapan. Son historias como para hacer un documental. La verdad aprovechamos esos 10 días allá desde que nos despertamos hasta que nos acostamos para tratar de documentar todo lo necesario.