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Función de retreta

Federico Sabalette
Federico Sabalette
12 Minutos de lectura

Con la llegada de los primeros inmigrantes comenzaron a aparecer músicos y a formarse agrupaciones. Ya en el año 1854 existía en nuestra ciudad una orquesta con músicos aficionados, con mayoría de italianos, formándose en banda para efectuar exhibiciones musicales, costeando el municipio un contrato al maestro que la dirigía.

Según refiere el historiador Atilio Roncoroni en su libro “Historia de la Municipalidad, volumen II”, la Banda de Música aparece y desaparece por el año 1870, aunque se ordena una construcción para que la misma realice funciones de retreta en la plaza pública del pueblo. En efecto, esa obra quedaba librada al uso en el año 1872, sirviendo como lugar de encuentro a los musicantes.

El maestro reconocido para llevar a cabo la formación de integrantes de músicos para banda se llamaba Antonio Ragni, y se acudía en parte a la suscripción pública para su remuneración, aunque en ocasiones era municipio el encargado de costear sus actuaciones. Tal el caso de la celebración de las fiestas julias del año 1877, que se abonó al maestro Ragni la suma de $. 2.000 por la actuación de los días 8, 9 y 1º de julio.

Según el censo practicado en nuestro partido en el año 1881 existían dos bandas de música en Dolores.

En el año 1882 se facilita a la Comisión de Banda de Música la suma de $. 30.000 para la adquisición de instrumentos, también para celebrar un contrato con el maestro director por el termino de dos años.

De la lectura del libro de sesiones del HCD, de la celebrada el 30 de diciembre de 1884 se desprende que había sido suspendida la Banda de Música que realizaba funciones de retreta en la plaza pública por graves inconvenientes, señalando el acta, que “el maestro no hacía cumplir el reglamento”.

Además del mencionado Antonio Ragni como maestro de banda, se destacó también Pedro Molature, quien mediante un convenio celebrado el 2 de julio de 1887 se comprometía a tocar con la Banda bajo su dirección en la plaza pública los domingos y días feriados, desde las dos y media de la tarde hasta las cinco en otoño o invierno, y desde las ocho hasta las diez y media de la noche en primavera y verano, debiendo integrarse dicha agrupación musical con diez a doce músicos.

La suma convenida era de 180 pesos nacionales mensuales, pagadero al fin de cada mes con las cuotas suscriptas pon el vecindario, y el resto si faltase lo pagaría el Municipio.

La cobranza de dicha suscripción pública era efectuada por el mismo director Molutare, el cual había fijado su residencia en la entonces calle Montevideo (posteriormente Uriburu, hoy Irigoyen). Don Antonio Ragni, el otro director, tenía su domicilio en calle Venezuela y Lara.

La Banda de Música además de realizar funciones en actos patrióticos, cumplía su rutina en un marco más lúgubre, cuando acompañaba a un párvulo hasta su última morada. Tal lo referido por el diario “La Patria”.

El Círculo Católico de Obreros, fundado el 16 de diciembre de 1897, poseía su propia banda de música, de la cual el padre Pablo Alberdi era fundador, director y responsable.

La salida del sol en las fiestas de 25 de mayo y 9 de julio, era saludada con salvas de bombas y las estrofas del Himno Nacional ejecutadas por la banda de música al pie de la pirámide. A la una de la tarde se efectuaba el tedeum, ejecutándose en la ocasión la marcha Ituzaingó, al ingreso y egreso de la Iglesia.

Seguramente que a través del paso de los años la tradición de contar con dos bandas de música imperó en el poblado, puesto que en ocasión de celebrar la venida a esta ciudad del por entonces coronel Pablo Ricchieri por el año 1903, el distinguido visitante fue entusiastamente recibido en la estación local del ferrocarril por las dos bandas de música, según datos recogidos del diario “La Tarde”.

La mencionada como perteneciente al Circulo el 25 de agosto del mismo realizaba la adquisición de cuatro instrumentos para su formación. Ellos eran un saxofón, unos platillos turcos legítimos, un clarinete bajo y un sarrusofón, instrumento muy poco conocido en bandas. Los mencionados eran importados directamente de París.

El reconocido literato y redactor del diario “La Patria” y posterior autor de la letra del Himno a Dolores, W. Jaime Mollins, era incorporado a la banda mediante concurso público como diletante, manejando la maceta del bombo.

Por el año 1909, la banda de música que actuaba a la hora señalada en el kiosco de la plaza con programa variado era dirigida por el maestro Pablo Nouveau, dependiendo la misma del Instituto de Bellas Artes, con sede en la calle Belgrano Nº 545 de nuestra ciudad.

La rutina comprendía en la mayoría de las ocasiones de 7 composiciones, mencionando la marcha Eurídice, Fantasía, trozo histórico; Cavatina de Donizete; Vertige, vals de Berger, Ermani, aria de Verdi; el vals Mes Souvenirs y la marcha final de retirada.

Familias enteras acudían a tomar el fresco de la noche y deleitarse con los variados y selectos trozos de su repertorio en el kiosco de la plaza Castelli.

Algunos años después, en 1917, ya no era muy numerosa la concurrencia. Escasísima al decir de un cronista gr fico, el cual referenciaba la actuación de la banda que dirigía el maestro Pierini en el solitario paraje. Su funcionamiento seguía costeado por suscripción popular.

El 17 de marzo de 1920 en sesión ordinaria del HCD era aprobada la creación de la Escuela de Música, la cual debía funcionar en local propiedad de la Comuna de calle Belgrano 545. La enseñanza impartida era gratuita y para varones mayores de 12 años de edad.

La dirección técnica era desempeñada por un músico designado por concurso y con antecedentes probados de competencia y honestidad.

La Municipalidad otorgaba para el mantenimiento de la escuela un subsidio mínimo de trescientos pesos mensuales, para el director y otro único de un mil pesos para la adquisición de instrumentos.

La dirección de la Escuela de banda estuvo dada bajo la dirección técnica de Vicente Nanni, siendo separado del cargo por la comisión honoraria que administraba dicha escuela el 31 de agosto del año 1932, por no haberse logrado la eficacia que era dable esperar luego de una actuación de ocho años al frente de la misma. Además de la indisciplina y falta de competencia de los alumnos.

En el mes de noviembre del mismo año se hacía cargo de la Banda de Música de la ciudad de Dolores mediante concurso llevado al efecto el señor Colágero Corrado, iniciando de inmediato los cursos de teoría y solfeo, previa inscripción de alumnos.

Apellidos tan ligados a la cultura y a la música en particular como los de Honorio Siccardi, Jos‚ Tur, Aristóbulo Gómez, contribuyeron a la difusión de tan noble propósito, al participar como miembros de las distintas comisiones que rigieron los destinos de la escuela de banda.

Además de las actuaciones pactadas los días domingos, amén de al menos cuatro sesiones de practica por semana, eran requeridos sus servicios para amenizar romerías e inclusive hasta participar dando la bienvenida de algún “pico de oro” político en la boca del tren local. Para participar con tres servicios en el trayecto del corso cobrando setenta pesos moneda nacional, como así, una pieza en cada boca – calle.

Solicitando colaboración a Buenos Aires, se logró copiar un reglamento interno, similar al utilizado allí, para un mejor desenvolvimiento del establecimiento. Es del año 1933 y en su artículo 11 expresaba que ” todos los alumnos aprendices deberían contar por lo menos 12 años de edad, ser de buena constitución física, comprobado por médico y que sepan leer y escribir”.

En el año 1933 la escuela contaba con 30 alumnos.

Por su parte en el artículo 22 expresaba que ” serían considerados como obligatorios los servicios de plaza todos los domingos, el 25 de mayo, 9 de julio, 24 y 31 de diciembre”.

La tarifa de servicios contemplaba una asignación de 70 pesos por una hora en el radio de la ciudad; servicio para procesión o acto religioso $ 100; servicio de romerías o fiestas populares en la siguiente forma: con recorrido en camión por el radio de la ciudad, y dos servicios m s, tarde y noche $ 200; servicio fúnebre desde la salida de la Iglesia hasta el cementerio $ 180; en el cementerio solamente $ 100.

Nuestra banda de música, verdadero orgullo de los dolorenses, por años estuvo bajo la batuta de Héctor Vincent, iniciándose en la misma como músico en compañía de Vicente Siorra; Adolfo Quenard; Gorimino Avanza; Santos Gherbi y Julio Quenard.

Otros destacados que pasaron en distintas etapas fueron los convecinos Juan Corti; Carlos Ferri; Raúl Garat; Jos‚ Corrado; Alberto Moreni y Tom s Rodríguez.

La escuela de Músicos de Banda ocupa en la actualidad el mismo local de calle Belgrano Nº 555, entre Lara y Olmos, solar que fuera propiedad de Esteban Facio, siendo donado el mismo el 6 de junio de 1910 a la Municipalidad de Dolores.

Mediante decreto del gobernador Nº 4776/76, el bien fue incorporado a la provincia de Buenos Aires con afectación de uso al Ministerio de Educación y con destino a la escuela de banda. Finalmente, en diciembre del año 1979 pasa a manos nuevamente de nuestro Municipio.

 

Fuentes consultadas:

Ordenanzas HCD

Libro de actas Escuela de Banda – Municipalidad Dolores

Diarios La Patria y La Tarde

Historia del municipio de Dolores – Atilio Roncoroni

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